Miguel Ángel Sandoval
Para nadie es un secreto que hay un grupo político que se enquistó en TuMuni desde hace unos 40 años. El resultado que vendieron, y no cumplieron, era la ciudad del futuro. Embotellamientos, destrucción del transporte público, falta de obras viales de importancia, privatización de calles y derechos de paso en muchos lugares para favorecer a centros comerciales, licencias de construcción de edificios sin llenar las garantías indispensables, ausencia evidente de un Plan de Ordenamiento Territorial, y un largo listado de chapucerías.
En este contexto resalta el invivible tráfico de la ciudad y alrededores, así como la proliferación de motos, de taxis piratas, y como joya de la corona, la destrucción del transporte urbano. Si recordamos, hace algunos años había líneas de buses con servicio en toda la capital, pero ahora queda solo el Transmetro, una especie de caja negra de TuMuni, pues el Transurbano fue destruido y las líneas de autobuses, con todas las críticas que se podía hacer, ya desaparecieron.
Hoy, ante el caos urbano evidente, TuMuni anuncia que llegarán en 2026 unos 111 buses nuevos para 17 líneas urbanas. Esto se da, como se señala, luego de haber destruido el sistema de transporte urbano que existía hace algunos años y que contaba con una red de líneas que cubría toda la ciudad capital y alrededores. En un momento había 20 líneas establecidas. Luego cada una de ellas fue creando sus propias ampliaciones. Así, había la ruta 8 y la 8 A más alguna otra. Unas líneas tenían dos o tres números o una letra. Esto llevó a sumar unas 100 líneas de autobuses. Es cierto, con anarquía, con mal servicio, aunque precios bajos, o con buses que no se renovaban con la frecuencia necesaria.
Paralelamente, estas líneas con sus propietarios agrupados, demandaron apoyo estatal y dio inicio el subsidio, al tiempo que se aumentaron los precios del transporte, que poco a poco fue convirtiéndose en robo organizado. Disminuyeron los autobuses y el subsidio se incrementó. Hasta la fecha.
Me pueden decir que lo que se señala es inexacto y que ya estamos en la ciudad del futuro. Sin embargo, esta es la peor mentira que se pueda escuchar de los del grupo que controla TuMuni, sobre quien recae toda la responsabilidad del caos demencial que vivimos en la urbe capitalina, la otrora capitanía general…
Veamos qué ocurre en nuestros países vecinos. Es cierto que no tienen un servicio como el Transurbano, que desde donde se analice, es para una ciudad como la nuestra, insuficiente y no suple la ausencia de un servicio de transporte urbano público y digno. De tal manera que el anuncio que vendrán 111 buses para 17 líneas de transporte significa que cada una de las rutas contará con un promedio de seis buses. Es un mal chiste, una grosería, o intento de estafar a la gente, como es la práctica del grupo que está en TuMuni.
Y resulta que dos países que condenamos como dictaduras, del tipo o color que sean, anuncian por su parte que van a renovar el parque de autobuses urbanos. Así, Nicaragua del dictador autoritario Daniel Ortega anuncia 2000 (dos mil) buses chinos para mejorar sistema de transporte urbano. El Salvador del nuevo dictador Bukele, dice que en 2026 llegaran 1500 (mil quinientos) nuevos buses chinos para renovar sistema urbano en lo que llaman el Gran San Salvador.
Ojo, se trata de dos ciudades de menor tamaño y población que ciudad Guatemala y sus alrededores. San Salvador cuenta con 525 000, casi 526 000 habitantes y en su área metropolitana puede llegar a unos 740 000, con lo que esos buses anunciados servirían alrededor de un millón trescientos mil habitantes. No hablo aquí de automóviles particulares ni de motos. En el caso de Nicaragua, se trata de un poco más de un millón de habitantes, y los buses son para esa cantidad, sin tomar en cuenta a los que tienen automóvil o moto. Mientras que, en la Guatemala, ¡¡estamos hablando de al menos tres millones y medio de usuarios!!
Adicionalmente a lo que se señala de la cantidad de población en cada uno de estos países que ahora reciben el apoyo de China en autobuses, en Nicaragua y El Salvador hay construcción de vías urbanas de forma sostenida, y de calidad indiscutida, que en lo urbano están mejor que las nuestras…
O sea que el país más poblado de Centroamérica, dice vía TuMuni que debe comprar 111 buses (la licitación termina en noviembre) para 17 líneas de buses, mientras que ¡¡los dictadores Bukele y Ortega anuncian 1500 buses uno y 2000 otro!!!, para las mismas fechas, pero para diferente población. De un lado vemos la visión alejada del bienestar de la gente, mientras que los dictadores tienen más visión social, pues nos guste o nos disguste, la diferencia en autobuses es abismal.
Es obvio que algo anda muy, pero muy mal. Y para el caso chapín, es haber permitido que se enquistara en TuMuni el mismo grupo de los mal llamados Unionistas. La ciudadanía, tiene, aparte de las quejas cotidianas, la solución en la mano: ni un voto para los mismos de TuMuni. De esa manera se podría pensarse en construir una ciudad humana y con dignidad para sus habitantes, pues con los actuales asaltantes de TuMuni, no es posible. Punto.




