El Museo Nacional de Arqueología y Etnología (MUNAE) perdió el guion museológico que orientaba paso a paso en la historia ancestral. En la administración del ministro de Cultura, Felipe Aguilar, se decidió remozar la estructura y reacomodar las piezas perdiendo el hilo conductor de la historia.
El principio original del MUNAE era recordar a la sociedad guatemalteca la herencia milenaria de antiguas civilizaciones y culturas que vivieron y viven en el país.
Por Claudia Méndez Villaseñor
Un espacio que hoy parece menor y que ofrecía cientos de vestigios antiguos como herencia de distintas culturas precolombinas tenía, lo que se conoce como un guion museográfico, un hilo conductor que respondía a criterios científicos y especializados.
Las colecciones de la Sala Arqueológica se distribuían por su descubrimiento (aparición) y la intención de la pieza, no por antojo, moda o tendencia en redes sociales. Mientras que, en la Etnológica, el público apreciaba la evolución de los primeros pobladores que llegaron a Guatemala durante el periodo Paleoindio; la caza, la agricultura y los utensilios que tenían que ver con la vida doméstica y valiosas piezas de alfarería.
Se le criticaba que saltaba cientos de años en el tiempo, hasta a los ajuares de trajes regionales del siglo XX y otras manifestaciones de los pueblos originarios. Aunque cuestionado, este hilo conductor, respondía a criterios especializados y sustento científico que alimentaba la curiosidad del visitante, las ganas de avanzar en ese viaje que cautiva.
Esto no sucede desde 2023, cuando por las acciones del Ministerio de Cultura el recinto se transformó en un lugar en el que la historia dejó de ser la guía. Ahora, solo importan las fotos bonitas, la selfi perfecta. No funciona más la máquina del tiempo.
¿Cómo nació el Museo?
Según el arqueólogo Víctor Mendoza, quien participó en el 38 Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala 2025, las intenciones de abrir un Museo Nacional comenzaron a los pocos años de declarada la Independencia en Guatemala. Sin embargo, los enfrentamientos entre los posteriores gobiernos liberales y conservadores trajeron al suelo al menos dos intentos: uno fue el que impulsó la Sociedad Económica de Amigos del País de 1866 a 1881 y el otro el del Palacio de La Reforma, inaugurado para conmemorar los 27 Años de la Revolución Liberal de 1871 y que funcionó de 1898 a 1917.
En 1931 se abrió el Salón de Arqueología, en la Casa del Té, en el Zoológico Nacional La Aurora. Fue en 1948 cuando inauguró en el sitio que hoy ocupa en el edificio 5 de la Finca Nacional La Aurora.
El Sistema de Información Cultural (SIC) reportó que el MUNAE resguarda 20 mil vestigios precolombinos (de origen maya, tolteca, olmeca, teotihuacano, de la costa sur y el Altiplano del país) y otras 5 mil piezas etnológicas, que representan a los pueblos originarios desde el siglo XIX al XX.
Algunos expertos consideran que esta brecha en el tiempo ha sido desde su fundación, el talón de Aquiles del museo.
De acuerdo con Mendoza, las colecciones se acomodaron al principio por su aparición (descubrimiento) y por su intencionalidad, luego se ordenaron por regiones en la Sala Arqueológica, en los años posteriores se abrió la Sala Etnológica. Entre 1931 y 1949, la Sala Arqueológica recibió valiosas piezas procedentes de Piedras Negras, un sitio ocupado desde el Preclásico Tardío al Clásico Tardío.
Fue en estos años que se reconoció por primera vez la discontinuidad en el tiempo de la Sala Etnológica, ya que lo expuesto representaba la cultura de los pueblos originarios en lo contemporáneo, pero no así desde lo prehispánico, precolombino o mucho antes.
En 1971, se reportaron problemas en la infraestructura del edificio y se planteó el traslado al Hipódromo del Norte, zona 2 de la capital guatemalteca. En su lugar hubo cambios en el mobiliario y la remodelación del cielo falso. Para 1984, se contaba con una sala del Periodo Clásico, Postclásico y del Preclásico, la colección de jades y una sala del Postclásico, que fue retirada hace cuatro años, hoy este espacio está asignado a la Sala Etnológica.
El centro de la Sala Etnológica lo ocupa hoy el diorama o altar dedicado a Maximón, San Simón o Ri Laj Mam, al frente de la deidad, se observan unos maniquís vestidos con túnicas de cucurucho, negra y morada. Hay también una galería de pinturas con trajes regionales. Es un salón oscuro y poco atractivo.
El arqueólogo resaltó que para 1990, el Museo había caído en el abandono y desde el Gobierno se comenzó a involucrar a la iniciativa privada en la toma de decisiones sobre el futuro de las instalaciones, la cual se consolidó en los siguientes años. En 1998, se diseñó una nueva guía (o guion museológico) respaldada por la fundación de un banco del sistema financiero, aunque la decadencia del MUNAE era evidente.
Fue durante el Gobierno de Alejandro Giammattei que el museo no solo perdió el nombre sino también la esencia. Para Mendoza resultaron incomprensibles acciones como las de colocar una estela a espaldas de un altar ceremonial, sin priorizar el contexto arqueológico o el ordenamiento por tema; así como exhibir piezas sin tradición mesoamericana como unos pectorales de metal de culturas ancestrales colombianas, los cuales ya no se exhiben.
Cambio de nombre y piezas que faltan
Por medio del Acuerdo 1009-2023 del Ministerio de Cultura y Deporte, firmado por Felipe Aguilar, jefe de la cartera, a partir del 27 de septiembre de 2023, al Museo Nacional se le reconocería como de “Arte Maya, Arqueología y Etnología”.
El nombre generó polémica ya que las piezas arqueológicas exhibidas en las distintas salas no son solo arte maya, sino valiosos vestigios históricos que describen la cultura y forma de vida de distintas civilizaciones del país, además de la maya, y de países cercanos. Ollas de barro o vasos ceremoniales, por ejemplo, eran utilizadas en las cocinas antiguas y en actos ceremoniales, ¿por qué en lugar de contextualizar su importancia se intentó catalogarlos como tesoros de arte?
“Al llamarlo de Arte Maya, Arqueología y Etnología, se presentaba como un museo de arte, lo cual contrarresta el carácter científico con el que fue fundado; desconoce el aporte de las disciplinas humanísticas en la construcción de la historia del país y sus pueblos. Por otro lado, al circunscribir los artefactos (vasijas y vestigios) a lo maya, excluía a las culturas precolombinas y contemporáneas que están representadas en la colección que consta de más de 50 mil piezas (30 mil más que las reportadas por el SIC)”, aclaró Liwy Grazioso, ministra de Cultura en 2024, durante el acto público convocado para anunciar la decisión ministerial de devolver el nombre original al MUNAE.
Retiros sin criterio
Durante el Gobierno de Giammattei también se denunció el retiro sin criterio técnico de importantes piezas patrimoniales como:
- La colección de jades
- El conjunto de máscaras de Tak´alik Ab´aj
- El Altar del Tapir
- El Monumento IV de Kaminaljuyú
- El enmascarado del Monumento XI de Kaminaljuyú
- Esculturas de figuras humanas masculinas en un ritual de fertilización de la tierra
- El cráneo de Kaminaljuyú
- El conjunto de vasijas Anaranjado Delgado, del que solo quedó el perro
También se denunció que se separaran dos esculturas de serpientes procedentes de Pasaco, Jutiapa, de relación complementaria, al colocar una en medio de estelas de las Tierras Bajas, lo cual no coincide ni en geografía, origen o cronología; así como que desapareciera la réplica a escala y el audio explicativo del mural de San Bartolo; que se desintegrara el ajuar de uno de los señores Kakchiquel del Templo III de Iximché y que se retiraran las maquetas diseñadas por Alfredo Mackenney, fallecido en julio de 2024, que representaban la cotidianidad de las ciudades maya con sus habitantes y quehaceres domésticos.
Lea más
https://prensacomunitaria.org/2025/08/cultura-intenta-revertir-el-dano-al-museo-de-arqueologia-y-etnologia-pero-los-arqueologos-desconocen-el-proyecto/
¿Cuál aprendizaje?
El arqueólogo Carlos Navarrete, reconocido en el ámbito académico y de investigación había denunciado, en varias oportunidades, los desaciertos del nuevo MUNAE y lo que representaban algunas piezas que no se exponen, pero que según el ministerio de Cultura están a salvo y resguardadas.
“Es una vitrina de objetos bonitos, más bien dirigida a satisfacer la oferta turística que a contribuir en el conocimiento de la historia. Vanidades ministeriales y obediencia ciega de museógrafos y de algunos profesionales de lo antiguo, sepultaron una parte de la historia de Guatemala y la posibilidad de entender en vivo la riqueza cultural de los pueblos originarios”, escribió en 2023 y 2024. La última vez que habló del tema fue en julio pasado, durante el 38 Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala 2025.
¿Qué significan estas palabras?, ¿por qué se dice que quién visita el museo no aprende nada?, ¿son duros estos cuestionamientos o tienen sustento?
¿Qué es lo que encuentra el visitante?
Una Sala Introductoria da la bienvenida al público con una estructura plegada, tipo acordeón, ¿recuerdan las cortinas tipo persiana? En este acordeón hay una fotografía que revela a cada paso el amanecer en el Parque Arqueológico Nacional Tak´alik Aba´j. Hay unos espacios, con unas vitrinas pequeñas, que bien pasan inadvertidas.
En la primera se exhibe el vestigio de un hueso del periodo Paleoindio y Arcaico (12,000 a.C. hasta 2,500 a.C.), de cuando los primeros grupos nómadas atravesaron el estrecho de Bering y poblaron América.
En Guatemala, estos primeros pobladores se comenzaron a establecer en el territorio nacional y pasaron de grupos cazadores a grupos sedentarios, dedicados a una agricultura primitiva. Esto significaría el fragmento expuesto en la pequeña vitrina.
A la par, del hueso, se exhiben piezas de obsidiana, pedernal y cuarzo, del Preclásico, procedentes de las tierras bajas. ¿Por qué no se reconoce el significado de estas piezas en el contexto de poder y comercio?
En la tercera vitrina, que apenas y se reconoce, hay dos figuras: una es de jade (la más pequeña) y procede del Sitio Arqueológico El Perú y la otra de Tamahú, Alta Verapaz. La primera es del periodo Clásico y la segunda del Preclásico.
Si en la cédula (ficha informativa) se revelara el valor patrimonial de la pequeña figura de jade, el visitante conocería una importante parte de la historia de la ciudad de Waka´, que hoy se conoce como El Perú, ubicada en Petén.
En el Sitio Arqueológico El Perú, localizado en el Parque Nacional Laguna del Tigre, Petén, se descubrió una ofrenda real y alrededor 23 figuras de barro de la Corte Real y dos cuencos, de casi mil años de antigüedad.
En una de las ofrendas se encontraba protegida la pequeña figura de jade que se observa en la vitrina. “Es un tesoro, porque era la pieza más importante de la ofrenda, pero se les dio relevancia a las otras figuras”, comentó un especialista.
Es esta la clase de información que se pierde el visitante en sus primeros pasos, pero si gira la cabeza de regreso a la entrada, observa que la estructura plegada le ofrece ahora una vista del Parque Arqueológico Nacional Tak´alik Ab´aj, con un hermoso paisaje verde.
El dios que solo adorna una esquina
¿Recuerdan que el visitante apenas y ha avanzado unos metros dentro del Museo Nacional de Arqueología y Etnología? Pasado el tesoro olvidado en la vitrina del ingreso, se observa una estela columnar del dios Maíz, que danza sobre el lomo de un cocodrilo, que en la mitología maya representaba la tierra, las montañas que emergen del mar. “El maíz nace en las montañas y es el alimento, lo que mantiene la vida”, explicó un experto. La deidad pasa inadvertida, así como lo que representa.
Un rótulo en que se lee “Preclásico” es uno de los primeros cambios que se observan en el MUNAE, y que podrían ser parte del “nuevo guion museológico”. Sin embargo, en esta sala hay una pieza teotihuacana y unas vasijas que no corresponden a este periodo, lo que significa que hay cédulas con información errónea.
El recorrido sigue con distintas vitrinas con piezas y un área con monumentos. En algunas de ellas se observan piezas restauradas a las que se le eliminó lo antiguo. Algunas fueron pintadas con colores alejados a los originales.
De la Sala Etnológica se puede mencionar que una tarima, para observar de cerca el mural de Roberto González Goyri, le roba altura al recinto dominado por el diorama de Maximón y unos maniquís vestidos con túnicas moradas y negras, cerca de otros con trajes regionales.
La Etnología es la ciencia que estudia y compara los orígenes y expresiones de la cultura de los pueblos a partir de datos proporcionados por la etnografía, se explica en el Diccionario de la Real Academia Española.
En ese sentido, la Etnografía trata sobre el estudio de la cultura popular. Es decir, ¿la Sala Etnológica intenta reflejar nada más el sincretismo religioso y prácticas católicas, como eje de la vida cotidiana de los pueblos originarios de Guatemala?
Algunas representaciones de cerámica, joyería y vasijas domésticas se exhiben en el lugar, pero, hay un enorme recipiente que servía en las tierras altas para secar sal que se encuentra en el área de los monumentos arqueológicos. ¿Fue colocada allí solo por su tamaño?
Hugo Mayorga, jefe de la Dirección de Museos y Centros Culturales del Ministerio de Cultura, accedió a una entrevista con Prensa Comunitaria a principios de agosto y comentó que en la actualidad se definía un nuevo guion museográfico, ese hilo conductor que se perdió en 2023.
Aseguró en esa fecha que se había avanzado en un 60 por ciento del proceso. “Se tiene una buena relación con el arqueólogo Carlos Navarrete y antes de que comenzara el 38 Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala 2025 (en julio pasado) visitó el Museo. Está muy interesado en las mejoras que hacemos y en un trabajo colaborativo”, afirmó.
Mencionó también que varios arqueólogos manifestaron su interés en colaborar y se propuso crear una Mesa de Diálogo. “Quién mejor que ellos, que aman la arqueología, la historia y el patrimonio para que nos ayuden y que sea un trabajo en equipo”, dijo.
“En la actualidad se promueven las mejoras, sobre todo en el guion museológico. Ese hilo conductor que se debilitó y que se quiere fortalecer”, añadió.
De acuerdo con Mayorga, el guion museológico es un trabajo en equipo, entre la administración, conservadores y arqueólogos. “Contar esta historia, pero de forma correcta no solo al público en general, sino a académicos, investigadores y arqueólogos”. Al momento, el nuevo guion museológico ha avanzado en un 60 por ciento, indicó el funcionario.
Incluye una distribución de los espacios de acuerdo con criterios técnicos y científicos, así como ambientales. Se espera integrar el guion anterior a 2020, que se mantuvo en los últimos 50 años, aunque con algunas deficiencias, según expertos.
De las piezas perdidas, Mayorga aseguró que se encuentran resguardadas y a salvo. Mencionó que el conjunto de máscaras emblemáticas de Tak´alik Ab´aj fueron devueltas al Parque Arqueológico Nacional, en 2022; de las famosas maquetas afirmó que se encontraban en poder de la familia Mackenney y que las habían donado a un museo privado. Sin embargo, dijo que la réplica mural de San Bartolo se mantenía en el Museo y que lo que había desaparecido era equipo audiovisual que explicaba el hallazgo.
No obstante, Prensa Comunitaria corroboró que, en efecto, había desaparecido la réplica a escala del mural de San Bartolo, solo quedan las vitrinas temporalizadas con fragmentos originales de esta valiosa pieza.
En el caso de la colección de jade, que había sido retirada, Mayorga indicó que se exhibiría otra vez al concluir la Exposición Temporal “Sonidos del Pasado”, la cual cerró el pasado 27 de septiembre. En la agenda de los Museos de octubre de 2025 no se programó una exposición temporal con la colección de jade.
Por el momento, los mayores cambios en el Museo lo representan dos carteles, uno en el que se lee Préclásico y el otro Clásico. Se desconoce si Mayorga continúa en el cargo luego de ofrecer la entrevista la cual se grabó en presencia de personal del Ministerio de Cultura.
La telaraña que tejió Felipe Aguilar
Preguntar por lo que aprende un visitante cuando recurre el Museo Nacional de Arqueología y Etnología también tiene que ver con una inversión millonaria que promovieron las anteriores autoridades del Ministerio de Cultura.
De agosto de 2022 a finales de 2023, el entonces ministro Felipe Aguilar, dio el visto bueno a dos proyectos por más de Q24 millones en el Museo, mediante la convocatoria a licitaciones públicas. El primero, “Cambio de cubierta del MUNAE, ubicado en 13, Guatemala, Guatemala”, tenía como objetivo desmontar la cubierta de fibrocemento de unos 3 mil 978 metros cuadrados, entre otros nueve rubros de trabajo. Fue adjudicado el 19 de agosto de 2022 y registrado en el Sistema de Información de Contrataciones y Adquisiciones del Estado, (GUATECOMPRAS), con el NOG 17450756.
Dos empresas presentaron ofertas el 4 de agosto de ese año: ARCOS Proyecciones, S.A., por Q8 millones 789 mil 840 y Productos Especiales de Concreto, S.A., por Q9 millones 160 mil. La obra se otorgó a la primera, cuya representante legal es Jessica Ivonne Lemus Lima, dado que la segunda incumplió algunos requisitos de las bases del concurso. El proyecto concluyó a finales de ese año.
A principios de 2023, la cartera de Cultura preparaba el segundo proceso de licitación. En enero de ese año, el Ministerio publicó en Guatecompras, el proyecto de bases del concurso “Mantenimiento, reparación, suministro de aire acondicionado y equipamiento de la museografía del MUNAE, a cargo de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Natural”, (NOG 19084501), con 17 renglones de trabajo.
La única oferta que se recibió para ejecutar la obra fue de ARCOS Proyecciones, S.A., por Q12 millones 974 mil 295. 25 y que luego aumentó a Q15 millones 512 mil 532. Lo cual significó que, en un año, esta empresa ubicada en la zona 13 capitalina fue favorecida con contratos por Q24 millones 302 mil 372.
De estas obras destacaron el muro de vidrio alrededor del patio central con la fuente; las bases rojas que sostienen los monumentos; divisiones de cristal y una plataforma que quitó altura a la Sala Etnológica. Además, se colocó el polémico mural Xibalbá, donado por Chrispapita (Christian Escobar Martínez), aunque del procedimiento de recibimiento de la obra no quedó ningún registro.
En Guatecompras solo aparece anulado un contrato por servicios técnicos artísticos, con valor de Q1 millón 320 mil, a nombre de Escobar Martínez y autorizado por el entonces viceministro de Cultura, Christian Neftalí Calderón Santizo. La cartera había contratado a Chrispapita, del 4 de febrero al 14 de septiembre de 2021, por un Tríptico Aéreo, que consistía en dos lienzos de 1.85 metros de largo por 2 metros de ancho y un tercero de 1.85 metros de largo por 5 metros de ancho. Sin embargo, dado el grado de controversia que desencadenó este gasto, el contrato fue anulado el 26 de febrero de ese año, lo que obligó al contratado a devolver un anticipo de Q434 mil. Se desconoce si este mural es el mismo por el que se había contratado al artista en 2021.
La empresa ARCOS Proyecciones S.A., también fue beneficiada con una licitación pública destinada al cambio de cubierta del Museo Nacional de Arte Moderno “Carlos Mérida”, una obra que el exadministrador Rudy Cotton, un reconocido pintor guatemalteco calculó en menos de Q700 mil, pero que la cartera de Cultura pagó por Q11 millones 970 mil 510.
A esta misma empresa se le adjudicó un contrato por Q37 millones 889 mil 554 dirigido a construir el Hospital de San Pedro Necta, Huehuetenango, en 2009, pero luego abandonó el proyecto. También es la misma que contrató el Organismo Legislativo en 2020, para conservar y restaurar el edificio de Casa Larrazábal, por Q10 millones 518 mil 944 y otras 18 obras.
ARCOS PROYECCIONES S.A., también fue involucrada en un caso promovido por la desaparecida Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), por un contrato con el Ministerio de Salud, por Q84 millones (NOG 2843846), del 4 de septiembre de 2014. Con esos recursos, la cartera esperaba que se construyera el Centro de Urgencias Médicas en Esquipulas, Chiquimula.
El exministro de Salud, Luis Enrique Monterroso, rescindió esa adjudicación, el 29 de mayo de 2015, evitando que se cobraran las comisiones, de al menos Q4 millones, que se habían pactado y que fueron reveladas en los hallazgos del caso “Asalto al Ministerio de Salud”, que involucró al fallecido ministro Alejandro Villavicencio Álvarez; a su hija Saraí Villavicencio Delgado; al exdiputado Luis Fernando Pérez y al asesor ministerial Jorge Estuardo Estévez, entre otros.
¿Qué dicen los arqueólogos?
Para el arqueólogo Tomás Barrientos, quien desconoce sobre los trabajos que promueve el ministerio de Cultura en el MUNAE, es un buen momento, si se quiere recuperar una nueva museología, una nueva narrativa de acuerdo con conceptos más contemporáneos sobre la cultura y la identidad.
“Es una excelente oportunidad para que no se repita el mismo discurso de discontinuidad que se ha mantenido y se mejoren esos mensajes. Por ejemplo, si se exhibe una ceremonia maya, ¿por qué no incorporar una actual junto a los prehispánicos? El Museo no cuenta con espacios en los que demuestre la continuidad de los pueblos originarios a través del tiempo”, consideró.
La Sala Etnológica apenas y representa las expresiones de vida de los pueblos guatemaltecos. Es un sitio vacío y sin ningún ordenamiento.
La Asociación Guatemalteca de Arqueología (AGARQ), una de las más representativas del país comentó que en Guatemala el gremio de los arqueólogos es pequeño y tienen una buena comunicación. Por el momento, se desconoce el proyecto para definir y elaborar un nuevo guion museológico, indicó la entidad en un comunicado. “En un principio no se observa un avance y no se han hecho consultas con los profesionales. Si hay una convocatoria es importante que se incluya a arqueólogas y arqueólogos con especialidades distintas para enriquecer este guion”, señala el documento.
“Cuando se cambió el nombre al museo el gremio expresó su protesta porque definirlo como museo de arte era descontextualizar la historia que el ser humano escribe día a día. Cómo vivían las sociedades, cómo vivían las personas comunes. Por ejemplo, los cazadores, y recolectores, luego el periodo Preclásico, el Clásico, el Postclásico y la Sala de Etnología. Comprender la historia con lo diario y no solo con los tesoros. Lo que sucede hoy es un retroceso. Se regresó al siglo XIX. Lo único que ha sucedió hasta ahora es que el Museo recuperó su nombre”.
“Por ahora, de haber ocurrido un cambio se sabría. No hay ningún plan de corregir o editar el guion museológico que se presentó en 2023, que consideraba una petición de 2003. Se impulsaron dos procesos con mesas técnicas especializadas por área del Museo que hicieron propuestas sobre los cambios. Uno se hizo en 2005 y el otro en 2015. La crítica que se mantiene es que rompieron la línea de tiempo que había prevalecido en los últimos 40 años. Se robaron la información contextual e hicieron una ensalada. ¿Qué aprende una persona que visita el Museo?, casi nada”, se afirmó en dicho comunicado.
Valor patrimonial
Por medio del Acuerdo 1134-2016, del Ministerio de Cultura y Deporte con fecha 16 de diciembre de 2016, se declaró al MUNAE Patrimonio Cultural de la Nación. Pese a ello, esta cartera cambió su nombre, mediante el Acuerdo 1009-2023, por el de Museo Nacional de Arte Maya, Arqueología y Etnología.
La Dirección de Museos y Centros Culturales emitió un dictamen técnico favorable, el 29 de mayo de 2024, que facilitó al Ministerio devolver el nombre original al MUNAE, con el Acuerdo Ministerial 786-2024, que fue anunciado por las nuevas autoridades de la cartera, el 31 de mayo de ese año.
Mónica Urquizú, directora técnica del Instituto de Antropología e Historia, habló entonces sobre el vasto depósito de piezas arqueológicas precolombinas, tanto mayas como de la cultura Olmeca, Cotzumalguapa y teotihuacana; y de la valiosa muestra etnológica de varias culturas como la garífuna y xinca, por ejemplo.
“La colección tiene la ventaja de ser producto de investigaciones arqueológicas que demuestran de dónde viene cada pieza, su época y otros detalles de gran exactitud. De esta manera se le puede dar al visitante una mejor información de lo que observa. No son piezas decorativas, sino de un gran valor cognitivo e histórico”, añadió en su discurso.
A más de un año de que el Museo recuperó su nombre, se exhiben en la actualidad 522 piezas arqueológicas; 98 son monumentos y 422 son piezas más pequeñas o fáciles de manipular. El Ministerio aseguró que se comenzó a readecuar la Sala Etnológica y por ello se exponen solo 88 piezas.
No obstante, en diciembre de 2022, el Museo reportó mil 009 piezas: 92 monumentos arqueológicos y 917 piezas fáciles de manipular en las salas del Preclásico, Clásico, Postclásico, así como de la sala de Obras Maestras y Monumentos, de las cuales 320 eran de la Sala Etnológica.
La cartera explicó que en el caso de la Sala Etnológica los trajes regionales se registran por separado y no como unidad: güipil, faja y corte, por ejemplo. También había una representación del Baile del Venado, que también cuenta como piezas en los registros. Estas variaciones entre un catálogo y otro tendría que ser parte de lo que se analiza en la actualidad con el nuevo guion museológico.
El desafío ahora es proteger este valioso patrimonio y que el museo sea uno de Arqueología y Etnología, pero con un criterio que integren y reduzca la brecha entre el pasado milenario y la época contemporánea. El reto es llenar los vacíos que dejaron de lado la cultura vida de los pueblos originarios con sus tradiciones y herencia más allá de los siglos XIX, XX y XXI.
Además, con tres cambios en la Dirección de Museos y Centros Culturales, del Ministerio de Cultura, en un año, como lo señala la AGARQ se encuentra en tela de juicio el trabajo en un nuevo guion museológico, que se supone ha avanzado en 60 por ciento.
Por el momento a los arqueólogos y otros especialistas, no se les ha solicitado su aporte y conocimiento del tema. Queda 2026 para avanzar en las mejoras del museo.
Lea más sobre La red que atrapó a los museos
https://prensacomunitaria.org/2025/10/las-goteras-que-originaron-un-gasto-de-q16-millones-en-reparaciones-en-el-museo-de-arte-moderno/




