Qachapom Kajlajbaqtun

 

Contando y reconectando ciclos de trece y veinte

Chi oxlajbaqtun kablajtun oxlajwinäq-wo’o’, 13 Kan, (R)ukaj Rajaw Aq’a(b)’, 3 Tz’ikin Q’ij (Xul), Chi Iximulew – Pam Paxil, Guatemala, 11 de julio de 2025 (13.0.12:135)

Por Pakal Balam Rodríguez Guaján*

Han pasado más de cinco mil años desde que los abuelos comenzaron a contar el tiempo con la sabiduría del cielo y la tierra, Kajulew. El 21 de diciembre de 2012 se completó el Oxlajbaqtun (13.0.0:0-0) equivalente a 5200 ciclos tun desde la fecha cero Maya’, agosto 3114 antes de nuestra era. Del fin del trece al inicio del catorce baqtun, han transcurrido tres días, un ciclo cholq’ij y doce ciclos tun (12 tun y 265-días). Aq’abal testificó y acompañó el paso de la obscuridad de la noche a la claridad del nuevo amanecer.

Flores amarillas reciben el Baqtun 14

El Kajlajbaqtun inició en la estación Q’anq’ij de flores su’mgirasol y parutz de 13 y 20 pétalos, respectivamente. La famosa flor ‘20 pétalos,’ Simpwal Xuchil o Xochitl en Nawatl, nos reconecta con el vigésimo día del Cholq’ij: Ajaw o Ajpu. Ajpu hace alusión a Jun Ajpu, gemelo transformado en Sol, según el Popol Wuj. Esta historia sigue viva en la memoria del Pueblo Maya’ como padre o abuelo Sol (Ajaw Q’ij). En textos jeroglíficos, y en idioma Ch’ol es Jun Ajaw. En la cosmovisión Maya’, los conceptos de tiempo y espacio se entretejen con Ajaw o Ajpu, cuyo rumbo es el sur y su color es el amarillo como q’anawinaq. Q’anawinäq son los sabios ancianos que testifican la cuenta de los ciclos del Cholq’ij, el Ab, y el Choltun.

Fecha de Creación 13 Baqtun 4 Ajaw

El día cero se colocan tres piedras en el centro del cielo, según se lee en la Estela C de Quiriguá, cuya fecha es Oxlajbaqtun 4 Ajaw/Ajpu y 8 Kumk’u. En Cuenta Larga, se contabiliza todo día, organizado en ciclos de 1, 20 y 400 Tun; y 13 Baqtun (13.0.0:0-0). El recién finalizado 13 Baqtun (solsticio 21/12/21), al igual que la fecha cero, fue 4 Ajaw (Ajpu). Ciertamente, desde la fecha cero, todo múltiplo de winal, veintena de días, corresponde a Ajaw o Ajpu. Cabal se resuena con el saqaribal awexabal, luz de Jun Ajpu, el Sol. Según se lee en el Popol Wuj, el nacimiento del Sol fue recibido con copal pom por las cuatro primeras parejas de Ixim, maíz. El número cuatro (kan o kaj) es el propio K’in o Sol personificado con su distintiva flor cuadripétalo. Se debe resaltar, asimismo, que la mitad de flor calendárica también es una de las representaciones del cero.

Números k’u’x de la numeración y el sistema de calendario

Los números base del sistema de numeración vigesimal y del calendario Maya’ vienen de la observación precisa de los ciclos de la Madre Tierra y el cosmos. Asimismo, armonizan con los ciclos que tejen nuestro nacimiento (9 lunaciones). Igualmente, la observación de la anatomía humana y los números frecuentes de la flora y la fauna. Sobresalen los números trece y veinte. Solamente los seres de maíz logramos movilidad gracias a las 13 articulaciones mayores: cuello y tobillos, rodillas, cintura, muñecas, codos, y hombros. Winäq es persona y veinte días, concepto de ser íntegro y completo: con diez dedos de las manos y diez de los pies.

Los matemáticos identificaron plantas y flores con 4, 5, 13 y 20 hojas o pétalos. De la fauna, resalta la tortuga por su caparazón de 13 celdas. Según Linda Schele, ellos también observaron un sistema de 13 constelaciones con duración de una lunación (13 x 28 = 364). Trece y veinte son base del Cholq’ij (13×20) y del oxlajk’atun (260 tunes o cuenta corta). El Cholq’ij combina trece números, del 1 al 13, con 20 signos de días. El Ab, tiene “meses” de 20 días. El Choltun, organiza los ciclos tun en progresión 20: 1, 20, 400, 8000 tun, hasta el infinito. Y por supuesto, el 20 también se aplica en el arte textil, en actividades agrícolas y de construcción: hilos, leños y palmas organizados en veintenas.

Los números trece y veinte son el k’u’x del sistema de calendario. Por ello fueron utilizados por los ajtz’ib y los ajbon al pintar y matematizar la flor calendárica, o cosmograma en el Kumatzim Wuj (códice en Madrid págs. 75-76). Las ajkem, tejedoras, siguen diseñando el q’o’oj xalq’a’t, símbolo de trece cuadrículas: nueve forman un cuadrado perfecto y una cuadrícula en cada extremidad del diagrama. Esta figura se asemeja, a una variante de la chakana Inka, el de un perímetro de 20 líneas unidas con 20 ángulos. Este ícono resalta en los Maya’ po’t (wipil en Nawatl) de localidades como Pan Och’al – San Martín Jilotepeque, Santa Catarina Barahona y Chi K’im – Santiago Sacatepéquez.

Este q’o’oj xalq’a’t también se labra en el pascinturón y en el xoq’optocoyal o cinta para la trenza. Los ajtz’aq, arquitectos, también edificaron el emblema distintivo xalq’a’t como mokan altar, en el centro de la plaza A de Chi Iximche. Esta figura geométrica de 20 ángulos y 20 lados, equivale al Cholq’ij: cada línea representa una trecena.  El símbolo de flor o diagrama del cosmos también se manifiesta en la planta y en el perímetro de las pirámides: 20 paredes y 20 ángulos. El k’u’x de la sabiduría matemática, el calendario, el artextil y la cosmovisión son el 13 y el 20. Ahora son representativos de la sabiduría matemática y astronómica, y central para la laqam, bandera cuadricolor que representa el cosmos y los cuatro rumbos de QateUlewMadre Tierra. El color, yaxrax verde azul, del centro simboliza la vida, la vegetación, la fertilidad, el agua cristalina y la esperanza.

La cosmovisión y los números

La cosmovisión se entreteje y se interconecta con el Cholq’ij y los números. Los números, en variantes de cabeza, manifiestan ciclos de la vida, fenómenos naturales, los astros, la Madre Tierra, la semilla de maíz y la fauna significativa en la cosmovisión. Los más ilustrativos son: la Muerte (el cero y el 10), la Luna (el 1), el aire (el 3), el Sol (el 4), el maíz (el 8), el jaguar (el 9), la Madre Tierra (el 11) y el firmamento (el 12). En la lingüística Maya’, los números por su forma pertenecen a los sustantivos, quizás no sea una exageración pensar que en una etapa fueron nombres propios. En idiomas de la rama Ch’ol, Q’anjobal y Maya’ T’an – Yukateko, son 13 raíces las que se combinan en la composición de los 20 dígitos o vígitos (del 0 al 19): 1 al 12 más el cero. Incluso, en la escritura Maya’ son trece signos logográficos: 1 al 12 y el cero. Del trece al 19, se combinan los rostros de ox-3 a belej-9 con la mandíbula descarnada de la muerte que es 10.

Los escribas Maya’ aludieron el completamiento del Baqtun 13, en dos ciudades: el Tortuguero y la Corona. Lo insólito, sólo días antes de la celebración del Oxlajbaqtun, los arqueólogos descubren la siguiente frase en la Corona: “Tzutziy Oxlajbak’tunTermina el 13 Baqtun, en 4 Ajaw 3 K’ank’in. A modo de augurio, sincronizaron el tiempo perfecto y contemporáneo. El Pueblo Maya’, edificó en kuchujesfuerzo colectivo, nueve estelas conmemorativas de Oxlajbaqtun 4 Ajaw o 4 Ajpu. Con ello dignificó el legado de la escritura logosilábica Maya’, en los idiomas: Q’eqchi’, Kaqchikel, Tz’utujil, K’iche’ y Maya’ T’an (Yukateko). Las estelas fueron plantadas en distintos puntos de Qate Ulew, Madre Tierra.

Cinco siglos de persecución de guías contadores del tiempo

Desde 1524, los ajtz’ib y ajq’ij fueron perseguidos por los invasores. Los evangelizadores también destruyeron códices e imágenes de K’abawil. Párrocos y obispos protagonizaron Autos de Fe; como el de Antigua realizado el 11 de marzo de 1544 por Francisco Marroquín; y el más conocido Auto de Fe de Maní Yucatán por Fray Diego de Landa, en julio 12 de 1562. El aniversario 463, de Maní será este fin de semana, 1 Kamey, Ro’ Rajaw Aq’a’, 4 Tz’ikin Q’ij/Xul (12 de julio de 2025). Incluso, fuimos testigos del traumático asesinato del sabio ilonel Q’eqchi’ qawa Choc Che Domingo, acusado de practicar brujería. Él fue quemado vivo por una turba de fanáticos cristianos en el territorio Mopan, en Petén, el 6 de junio de 2019 (11 K’at, 7 Sotz’). Posteriormente, se supo que Tat Choc Che guiaba investigación científica sobre herbolaria con la Universidad del Valle de Guatemala, con la National Geographic y dos universidades europeas: Universidad de Zúrich y la Universidad de College en London.

A pesar de represión, los ajq’ij siguen la cuenta del tiempo

La valentía y la firmeza de los ajq’ij mantiene vigente el Cholq’ij en el contexto de colonización. Antes del Kabraqän – terremoto de 1976, se sumaron colectivos estudiantiles y de maestros y peritos, los primeros ajq’ij, con algún grado de escolaridad. A principios de los ochenta reprodujeron almanaques de pared, con puntos y barras y los 20 signos de días. Lo hicieron sin instrucción extranjera, solo con voluntad para el autoaprendizaje.  Elaboraron tablas calendáricas, día a día y año con año desde 1900. Simultáneamente, recuperaron el antiguo nombre Cholq’ij, tomado de calendario K’iche’ de 1722 y del Memorial de Sololá.

En junio de 1988, dos estudiantes de lingüística Maya’ del Proyecto Francisco Marroquín, asisten a un taller de introducción a la escritura jeroglífica Maya’ en San Cristóbal las Casas, Chiapas, en el contexto del Congreso de Lingüística Maya’; los instructores fueron Nicholas Hopkins y Kathryn Josserand. Ya en agosto del mismo año, se elabora el primer diploma con la antigua escritura y con el antiguo sistema calendárico.

Calendarios y escritura en recuperación con la revitalización lingüística

En este contexto, idiomas como Kaqchikel y K’iche’ estaban dando pequeños pasos para la unificación y estandarización escrita. Se hizo investigación de la numeración vigesimal y se promueve el uso del calendario 13-20 así como el aprendizaje de calendario Ab de 365 días. La lealtad y conciencia lingüística nos empujó a la recuperación de vocablos como Cholq’ij y Mayq’ij, cuenta vigesimal de los días: 1, 20, 400 y 8000.

Dada la importancia filosófica del cero, en 1988 se reconstruyó “wa’ix,” ante ma.jun, lit niuno o ‘nada’ en textos de matemática en PRONEBI (hoy DIGEBI). En 1990 también se crea el neologismo Choltun, para Cuenta Larga: Tiempo infinito en ciclos Tun: 1, 20, 400, 8000, etc. También se propuso separar con diagonales los números con puntos y rayas al escribir fechas. Dos puntos separan los tres períodos de tun de los días adicionales, con un guion entre winal y k’in: 13.0.12:13-5 (13 baqtun 12 tun con 13 veintenas y cinco días). Los períodos con el número cero no se vocalizan, es innecesario. Por ejemplo, ‘dos mil’ o ‘two thousand’ es la lectura de 2000 con cuatro dígitos. Ciertamente, el año dos mil (2000) no se dice: 2 milenios, 0 siglos, 0 décadas y 0 años. Adicionalmente, en castellano se leen los ciclos tun y los días adicionales en dos frases: 5212 ciclos tun con 265 días (Oxlajbaqtun, Kablajtun: Oxlajwinaq-wo’o’).

 

En los idiomas de la rama K’iche’, desde hace 37 años se retomó el Choltun y la escritura Maya’, a pesar de no tener evidencia arqueológica ni iconográfica. Hoy, un rajilabal q’ij, código de día o fecha, conlleva cuatro calendarios que se interconectan:

  • Primero, el Choltun o cuenta larga de cinco dígitos (baqtun, k’atun, tun: winaq y q’ij).
  • Segundo el Cholq’ij ciclo de trece veintenas con números, en secuencia del 1 al 13 combinado con 20 signos (Imox a Ajpu/Ajaw);
  • Tercero, el Balab, sistema de 9 días con ordinales del 1º al 9º Señor de la Noche (Rajaw Aq’a(b)); y
  • Cuarto, el Ab, calendario de 365 días organizados en 18 veintenas con cinco días adicionales denominados Tz’apiq’ij en idiomas de la rama K’iche’, y Wayeb en Maya’ T’an. Cada veintena Ab inicia con T(z)’yul – asiento, al cual le siguen los números de 1 a 19.

 

El Rajilabal Q’ij, fecha Maya’ del14 de octubre de 2025 (días y veintenas en mayúscula):

Choltun: 13.0.13:0-0 (se lee: Chi Oxlajbaqtun Oxlajtun)

Cholq’ij: 4 Ajpu/Ajaw (Xochitl en Nawatl)

Balab: 9º Rajaw Aq’a(b)’

Ab: 18 Si’j (Kaqchikel)

      18 Ukab Si’j  (K’iche’)

                                    18 Yax (Maya’ T’an, Yukateko)

 

Exhortación para contar el tiempo en trecenas y veintenas

Agradecemos profundamente a quienes se suman a los esfuerzos para revitalizar los cuatro calendarios: el Choltun, el Cholq’ij, el Balab y el Ab. Su solidaridad fortalece nuestro sueño de que las generaciones jóvenes los utilicen y nos ayuden a recuperar el calendario lunar (distinto al Cholq’ij) así como el de 819 días. De nuestro lado, nos enfocamos en recuperar los nombres de día y veintenas del Ab en los idiomas de la rama K’iche’, porque han caído en desuso. En segundo lugar, anotamos el nombre equivalente en Maya’ T’an o Yukateko. Resaltamos el apoyo solidario con el Ab K’iche’ y Kaqchikel para su uso y difusión.

Como este ciclo Ab es 13 Iq, cada inicio de veintena armoniza con el día Iq’. Apenas anteayer fue T(z)’uyul Tz’ikin Q’ij que es la 8ª veintena en K’iche’ y Kaqchikel; y fue Chumwan Xul en las Tierras Bajas. Tómese en cuenta que, en las tierras bajas, el calendario Haab, inicia 40 días -2 veintenas- después del cambio de cargador en las Tierras Altas. Nos llama a la reflexión que justo cuando se sentó el K’abawil de la veintena Tz’ikin Q’ij/Xul, el K’abawil Kabraqan dio brincos y causó movimientos de Qate Ulew – Madre Tierra. Tristemente, soterró hermanos Kaqchikel en comunidades aledañas a Belej Chi Junajpu, Volcán de Agua. Sigamos cuidando y protegiendo los bosques y la vegetación de Qate’ Ulew.

La curiosidad por el aprendizaje es para toda la población que habitamos el territorio Maya’. Reconocemos los esfuerzos de la población ladino – mestiza por solidarizarse con los esfuerzos de reutilización y difusión del sistema de numeración, el calendario y la escritura logosilábica Maya’. Recordemos que sólo necesitamos aprender 13 raíces, para expresar cantidades. También exhortamos a los medios de comunicación a sumarse. A las entidades de la administración pública, principalmente la institucionalidad Maya’, también agradecemos su solidaridad con el esfuerzo conjunto.

A todos los colectivos defensores de los derechos por el arte textil, por la defensa de la Madre Tierra y el territorio, por los ríos, el agua, los bosques y las semillas propias; así como la salud en ginecología, la cosmovisión y la defensa de lugares sagrados, inclusión y género. A todos, kamul oxmul k’amo por fortalecer los derechos lingüísticos, culturales, históricos, de los saberes, tecnología y cosmovisión en nuestros propios idiomas. Igualmente, invitamos a la niñez, a la población adolescente, y a la juventud.

Dignificamos y honramos la memoria de nuestros ancestros a través de la revitalización de los conocimientos de cuenta infinita de tiempo.

K’amo chiwe ix ilonel ajilanel

Choltzij: Glosario

Ab Ciclo de calendario de 365 días, organizado en 18 veintenas y cinco días.

Ajaw Q’ij Q’ij es Sol y Ajaw es señor; Ajaw Q’ij es Señor Sol, Padre o Abuelo Sol.

Ajaw y Ajpu. El vigésimo día del calendario ritual. Ajaw significa Señor y Ajpu nombre del gemelo que se convirtió en el Sol.

Ajbon Pintor, de bon color

Ajtz’ib Escriba

Aq’abal El tercer día del calendario ritual, significa alba. De aq’ab, noche.

Baqtun Ciclo de 400 tunes, equivalente a veinte veces k’atun.

Chi Iximche’ Nombre original de la antigua ciudad Kaqchikel, traducido como Tecpan Guatemala

Cholq’ij, Tzolk’in  Calendario de 260 días, que combina 13 numerales con 20 nombres (13 x 20)

Choltun Conteo del tiempo en ciclos de 360 días (tun): 1, 20, 400, 8000, 160000 tun.

K’u’x Corazón, centro, abundancia, esencia. Acompañado por un ave o animal protector.

Kajlajbaqtun Kajlaj es 14 y baqtun es ciclo de 400 tun. Entonces 14 baqtun equivale a 5600 tun

Kuchuj Sistema colectivo de apoyo cooperativo, recíproco y equitativo. Kuchuj-kuchu.bal

Kumatzim Wuj Libro o códice en formato de un solo pliego

Laqam Bandera cuadricolor que representa los cuatro rumbos de la Madre Tierra.

Maya’ tz’ib Sistema de escritura logosilábica que combina signos de palabras completas y sílabas de la forma Consonante – vocal (CV) como ka, ke, ki, ko, ku.

Oxlajbaqtun Oxlaj es 13 y oxlajbaqtun trece veces 400 tun; o sea 5200 tun (13 x 400)

Oxlajk’atun Olxaj es 13 y oxlajk’atun es 13 veces 20 tunes; en otras palabras 260 tun (13 x 20).

Parutz’ Flor amarilla que se ofrenda a los eternos. Hay un tipo de 20 pétalos.

Po’t Blusa Maya’ multicolor elaborada con el sistema textil de base vigesimal. Los diseños incluyen signos q’o’oj distintivos de la cosmovisión e incluyen elementos de la flora y la fauna. En Nawatl es güipil o huipil.

Q’anawinaq Testigo, vocablo compuesto por q’an amarillo o madurez y winäq persona.

Q’anq’ij Calco lingüístico de K’ank’in, 14º veintena del Haab de las tierras bajas, para denominar el último cuarto del ciclo Ab (91 días). En esta estación, solsticio de invierno, florecen las flores amarillas (q’an/k’an) de 13 y 20 pétalos (su’m/girasol y parutz’/flor 20 pétalos).

Q’o’oj xalq’a’t Diseño iconográfico labrado en los po’t, pas – cinturón y xoq’op – cinta para trenza.

Saqaribal Awexabal  Saqaribal de saqar, amanecer; y el par expresa la metáfora del lugar y momento del amanecer

Simpwal Xuchil Nombre Nawatl de la flor amarilla de 20 pétalos (parutz’ en Kaqchikel): xuchitl flor

Tun Unidad básica del Choltun, ciclo computacional de 18 veintenas (= a 360 días)

Tzutziy Oxlajbak’tun Frase Ch’ol en Maya’ Tz’ib: verbo tzutziy se completó

Wa’ix Vocablo reconstruido para el cero en Kaqchikel. Sigue la fonología y la morfología de los números. Tiene su base en los adverbios de tiempo (futuro y pasado) y la semántica relaciona conceptos de inicio y fin de ciclos de la vida, así como el nombre de los objetos utilizados para simbolizar el cero en la cuenta del tiempo trecenal y vigesimal: fin de períodos del Choltun (según monumentos y códices). Se construye desde un sistema deitico del tiempo y el espacio a partir de aquí y ahora; el presente, es el punto de separación y conteo de ciclos al futuro y al pasado, en la línea espiral del tiempo.

Winäq Veintena de días en Kaqchikel. Equivale a winik en Ch’ol y winal en Maya’ T’an.

Xochitl Flor, el 20º día del Tonalamatl y corresponde a Ajaw o Ajpu

* Integrante del Colectivo Maya’ taq Molaj