China y Sudamérica afianzan lazos con créditos millonarios e infraestructura

 

 

Los presidentes de Brasil, Colombia y Uruguay enviaron un mensaje de soberanía económica en sus discursos aludiendo a la guerra comercial que se enfrenta con Estados Unidos. Los países de Sudamérica han afianzado mayores inversiones con el gigante asiático.

Prensa Comunitaria*

El gobierno de China hizo un anuncio para Latinoamérica con el que reforzó la presencia en la región. Durante la IV Reunión Ministerial China-Celac, el gigante asiático anunció la disponibilidad de créditos por US$10 mil millones y cooperación en sectores como energía, tecnología y comercio.

La segunda economía más grande del mundo se ha instalado como uno de los más grandes financistas de infraestructura para países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Entre los anuncios también ha colocado la exención de visados como un gesto que apunta a contrarrestar la influencia geopolítica de Estados Unidos en América LAtina.

“China está realizando muchos más acuerdos en yuanes como este, en particular acuerdos de intercambio de créditos que facilitan que el país prestatario realice transacciones en RMB en lugar de dólares estadounidenses”, declaró Eric Orlander, cofundador del Proyecto China-Sur Global.

Esta nueva oferta es menor que la realizada en 2015, cuando China ofreció US$20 mil millones de dólares en créditos, principalmente para facilitar la inversión de empresas chinas en proyectos de infraestructura en toda la región.

La ruta de la seda y otras más

Entre los temas principales que la región y China han abordado en esta reunión prevalecen la interconexión eléctrica y energías renovables e integración comercial, que se alinean con objetivos claves de China en América Latina: promover su iniciativa de las Nuevas Rutas de la Seda (BRI, por sus siglas en inglés) y asegurarse el acceso a valiosos recursos naturales de la región como el litio, las tierras raras, el petróleo o el cobre.

Entre los países más cercanos a China figura Brasil. Su presidente Lula Da Silva ha anunciado inversiones por US$4,500 millones en sectores como la fabricación de vehículos, energías renovables y farmacéuticas así como los semiconductores.

De los US$240 mil millones en bienes que China compró a América Latina el año pasado, poco menos de la mitad provino de Brasil, la mayor economía de la región.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, resaltó que “es imprescindible que la colaboración entre CELAC y China contribuya a fortalecer la industria y la innovación en la región”. Sin embargo, afirmó que América Latina debe mantenerse independiente de las potencias económicas mundiales en medio de la crisis económica mundial provocada por las guerras arancelarias de Washington.

https://prensacomunitaria.org/2025/05/estados-unidos-y-china-hacen-una-tregua-comercial-y-reducen-aranceles/

Esta cumbre se celebra tras un fin de semana de importantes negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, que culminaron en un acuerdo entre ambas partes para una pausa de 90 días y la reducción de los aranceles a una tasa base del 10 %.

El intercambio comercial entre los integrantes de la CELAC y China alcanzó los U$515 mil millones en 2024, impulsado por el aumento de las compras de alimentos, madera, energía y otros productos básicos por parte de la segunda economía más grande del mundo.

Colombia, Chile y Uruguay

Entre los presidentes de Sudamérica más activos en la reunión ministerial después de Da Silva están el colombiano Gustavo Petro; de Chile, Gabriel Boric y Yamandú Orsi de Uruguay. Petro, cuyo país ejerce la presidencia rotatoria de la CELAC, aseguró que la humanidad se enfrenta al dilema de “cooperar o perecer” en un “escenario global marcado por la fragmentación, las tensiones geopolíticas, las guerras, el deterioro ambiental y las brechas de desigualdad”.

Boric, por aparte acuñó que “es el momento para dar un salto de calidad en la vinculación económica con China” y agregó: “En Chile defendemos la autonomía estratégica de nuestro país. Y decimos que la soberanía radica no solo en el respeto a las fronteras materiales, sino a la decisión libre y soberana de poder decidir con quién y cuándo comerciar, porque el comercio es el encuentro entre pueblos y nosotros queremos encontrarnos con todos los pueblos, no tener que optar por uno u otro por imposición”.

El presidente uruguayo, Yamandú Orsi, lamentó “una peligrosa erosión del multilateralismo en un contexto global sumamente complejo”. El mandatario instó asimismo a defender “un sistema multilateral de comercio transparente, no discriminatorio, abierto inclusivo basado en normas predecibles con el fin de promover el comercio mundial y el desarrollo sostenible”, en un momento de incertidumbre comercial mundial tras la guerra comercial desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Los programas de China:

Estos son los cinco nuevos programas presentados por Xi dibujan una estrategia de largo plazo:

Solidaridad política: fortalecer las relaciones multilaterales, apuntando a un bloque más cohesionado y menos dependiente de Occidente.

Desarrollo e infraestructura: inversiones dirigidas a sectores estratégicos como energía, minería, telecomunicaciones, inteligencia artificial y economía digital.

Civilización compartida: rescatar el intercambio cultural y el patrimonio común como eje de unidad, una forma de soft power con sello chino.

Paz regional: respaldo a zonas libres de armas nucleares, cooperación policial y formación en seguridad, lo cual revela un giro hacia el terreno de la estabilidad interna.

Conectividad pueblo a pueblo: becas, visados, intercambios docentes y acceso ampliado a formación técnica y profesional.

El Foro China-Celac, creado en 2015 como plataforma de diálogo entre el país asiático y los 33 Estados de América Latina y el Caribe, se ha convertido en uno de los principales vehículos de relaciones bilaterales.

Lee más sobre el tema:

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Xi recordó algunas inversiones como los más de 200 proyectos de infraestructura que ya se han financiado bajo la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el megaproyecto de integración global que busca conectar China con el mundo a través de redes logísticas y comerciales.

En la región, uno de los casos emblemáticos es el puerto de Chancay, en Perú, que se perfila como el primer nodo marítimo de conexión directa con Asia y como símbolo de una “nueva era” en las relaciones transpacíficas. En Colombia, el proyecto de Cosco Shipping de China ya llegó al puerto de Buenaventura, el enclave a donde llega la mayoría de las importaciones de Asia al país.

¿Y Centroamérica?

Los países centroamericanos que mantienen una relación más estrecha con china son Panamá, Costa Rica y Nicaragua. Sin embargo, a principios de febrero el gobierno panameño anunció que no renovará el memorándum de entendimiento de la ‘Iniciativa de la Franja y la Ruta’ o “Ruta de la Seda”. El anuncio lo hizo el mandatario, José Raúl Mulino, tras reunirse con el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio.

Esto ocurrió apenas días después del inicio de la administración de Donald Trump y en medio de las críticas de Washington por la presunta «influencia» de China en el canal interoceánico que atraviesa al país centroamericano.

Al igual que en proyectos de Colombia y Panamá, EE.UU. también ha manifestado «preocupación» por el megapuerto de Chancay.  En el caso de países como Guatemala, El Salvador y Honduras, se han concentrado en fortalecer sus relaciones con el gobierno estadounidense.

Con información de France24 y Agencias.