Zamora es reconocido en los premios Albies mientras permanece en una cárcel militar

 

El periodista Jose Rubén Zamora quien permanece en una prisión militar en Guatemala desde 2022, fue galardonado con el premio Albies por su lucha anticorrupción.  Los Albies son los premios anuales entregados por la Fundación Clooney para la Justicia como un reconocimiento a defensores de los derechos humanos en el mundo. Jose Carlos Zamora dio en discurso desde Londres tras recibir el reconocimiento para su padre.

Por Nelton Rivera

El Museo de Historia Natural de la ciudad Londres fue testigo de la premiación de Los Albies.  Junto al guatemalteco Zamora fue premiado Martin Baron periodista y editor ejecutivo The Boston Globe y The Washington Post, ambos reconocidos por su lucha y defensa de la libertad de expresión y del periodismo.

Además, fueron premiadas Fatou Baldeh una de las voces más fuertes contra la mutilación genital de las mujeres en Gambia, Melinda French Gates quien ha liderado iniciativas de salud e igualdad para las mujeres y Darren Walker presidente de la Fundación Ford por su trayectoria en la búsqueda de justicia.

Los galardonados y Amal y George Clooney, de izquierda a derecha: el reconocido editor estadounidense Marty Baron, Jose Carlos Zamora (hijo del periodista guatemalteco José Rubén Zamora), Amal Clooney, George Clooney, la defensora global de los derechos de las mujeres y las niñas Melinda French Gates, el presidente de la Fundación Ford Darren Walker y la activista gambiana por los derechos de las mujeres y las niñas Fatou Baldeh. Foto Fundación Clooney para la Justicia

La cuarta edición de Los Albies se realizó la noche del 3 de octubre de 2025. Jose Carlos hijo del periodista Jose Rubén Zamora fue el encargado de recibir el premio. Los Albies fueron creados por la Fundación Clooney para la Justicia (CFJ), entidad presidida por George y Amal Clooney. Dicho premio recibe el nombre en homenaje al juez Albie Sachs, considerado un héroe en la lucha contra el apartheid informó la CFJ.

Zamora ha permanecido más de 1,164 días en una prisión militar ubicada en la ciudad de Guatemala.

“Mi papá ha estado injustamente encarcelado en Guatemala por más de 1,164 días por hacer su trabajo, denunciar la corrupción y defender la democracia. Su historia no es solo suya, es la historia de la libertad de prensa que está siendo atacada en todas partes”, expresó Jose Carlos en una publicación de su cuenta de X.

El periodista permanece en un espacio de tres metros por tres metros, las dimensiones de la celda número dos de aislamiento en la prisión militar en dónde fue recluido desde 2022. Mientras, en las cortes guatemaltecas aun no terminan de resolver una serie de recursos de su defensa que busca liberarlo mientras el Ministerio Público insiste en su persecución.

Este reconocimiento coloca a Guatemala en la mirada de la comunidad internacional, revelando como desde el Ministerio Público de Consuelo Porras se persigue y encarcela a periodistas independientes.

En 2024 organizaciones internacionales para la libertad de expresión y de prensa señalaron que 20 periodistas guatemaltecos han tenido que salir al exilio a diferentes países, un año después otros se han visto forzados a salir.  Prensa Comunitaria contabilizó de 2022 a la fecha a ocho integrantes de su equipo, entre periodistas, editores y directores en el exilio.

Estas fueron las palabras de la actriz Meryl Streep durante la entrega del reconocimiento para Zamora:

A continuación, les compartimos la traducción del discurso de Jose Carlos Zamora la noche de Los Albies:

Esta silla vacía representa al periodista que falta aquí esta noche, mi papá, Jose Rubén Zamora

Buenas noches, quiero comenzar expresando mi gratitud a la Fundación Clooney por la Justicia, a sus fundadores y a todo el equipo por este reconocimiento. También quiero agradecer a TrialWatch por su excepcional trabajo. Gracias a todos por su solidaridad y por mantener los ojos del mundo puestos en Guatemala. También felicito a los homenajeados de esta noche. Todos campeones de la justicia, la libertad, los derechos humanos y la libertad de prensa. Es un honor compartir este escenario con ustedes.

Como ha dicho Amal Clooney: “El valor es contagioso. Las personas que han tenido el coraje de cambiar sus sociedades en todo el mundo se inspiran entre sí y crean derechos para las generaciones futuras”. Esta noche nos recuerda que cada acto de valentía, grande o pequeño, genera ondas de cambio.

Estoy aquí en nombre de un hombre muy valiente: mi papá, Jose Rubén Zamora, periodista guatemalteco y fundador de elPeriódico, un medio que durante 27 años investigó la corrupción y defendió la democracia. Ojalá no tuviera que pronunciar este discurso, sino poder estar sentado entre el público viéndolo dirigirse a ustedes. Él debería estar aquí con nosotros, no encarcelado por ejercer el periodismo.

Su compromiso tuvo un precio enorme: persecución, ataques, secuestros, intentos de asesinato, el cierre forzado del periódico y, desde julio de 2022, su encarcelamiento arbitrario por cargos fabricados. Más de mil días después, sigue tras las rejas, enfrentando un sistema de justicia manipulado para castigar la disidencia e intimidar a la prensa.

La historia de mi papá no es solo suya. Es la historia de la libertad de prensa asediada en Guatemala y en todo el mundo. En el Comité para la Protección de los Periodistas, donde trabajo, vemos repetirse el mismo y alarmante patrón: la ley convertida en un arma para silenciar periodistas, criminalizar la verdad y proteger a los corruptos. Como nos recordó Nick Clooney: “Desafía a quienes tienen más poder que tú y defiende a quienes tienen menos poder”. Eso es precisamente lo que han hecho mi papá y muchos otros, y por eso están siendo atacados, como Jimmy Lai en Hong Kong o Mario Guevara, un periodista salvadoreño que, tras residir legalmente en Estados Unidos durante más de 20 años, se convirtió en el único periodista encarcelado en ese país. Y quien, después de estar detenido sin cargos por más de 100 días, simplemente por transmitir en vivo actividades de las fuerzas del seguridad, fue deportado hace apenas seis horas a El Salvador. Todo en represalia por su trabajo periodístico y para enviar un mensaje a otros periodistas e intentar intimidarlos hasta el silencio.

El verdadero valor, me enseñó mi papá, no es individual sino colectivo: el valor de los periodistas que, a pesar de la persecución, siguen informando y publicando. Este reconocimiento les pertenece también a ellos. Perseguir a la prensa no solo encarcela periodistas, le roba a la sociedad su derecho a saber. Lo que nos ha sostenido en esta dura prueba es la solidaridad: amigos, colegas, defensores de derechos humanos y abogadas como Amal y Caoilfhionn Gallagher, así como gobiernos democráticos que se niegan a mirar hacia otro lado. Como dijo el juez Albie Sachs: “Cuando creemos que nuestras acciones importan, descubrimos que nuestras vidas están llenas de sentido, y eso nos da esperanza; esperanza que nos recuerda que el cambio es posible”. Su apoyo nos da esa esperanza.

En nombre de mi padre, reitero y hago un llamado a lo más básico: respeto a la justicia, fin al hostigamiento de periodistas dondequiera que estén. A pesar de todo, seguimos firmes en una convicción: el periodismo vale la pena. Vale la pena porque da voz a los que no la tienen, expone lo que se oculta y fortalece la democracia.

Como dijo Jane Goodall: “Tengan esperanza, porque todos tenemos el poder de marcar la diferencia actuando. Juntos podemos, juntos lo haremos, porque juntos debemos hacerlo.” Y en palabras de mi papá: “La libertad no solo se conquista, se inventa, y se ejerce con una simple declaración: me niego al poder establecido.”

Recibo este premio en su nombre y en nombre de todos los periodistas perseguidos, con gratitud y humildad, y sobre todo como un compromiso renovado: no callar, no rendirse y seguir creyendo que una prensa libre es indispensable para la democracia y la dignidad humana. El periodismo no es un crimen. Lo que es criminal e ilegal es que los gobiernos autoritarios encarcelen periodistas por decir la verdad. Gracias.