El 21 de diciembre de 2023 se inauguró de manera oficial, a un costo de más de Q33 millones, el Museo Caracol del Tiempo “José Luis Ralda González”, en un terreno donado por la familia Ralda en el complejo del Parque Arqueológico Nacional Tak´alik Ab´aj, en el Asintal, Retalhuleu. No habían pasado ni dos meses cuando el Ministerio de Cultura y Deportes anunció su cierre en febrero de 2024, “por mejoras en el interior del recinto”. Dos meses más tarde, se dio el cierre definitivo que se mantiene hasta hoy. La cartera dijo que los daños en el techo y las estructuras del museo fueron ocasionados por la lluvia y el viento. Sin embargo, las condiciones climáticas del lugar son conocidas, no desde ahora, sino por los primeros pobladores que llegaron al lugar en el Preclásico Medio. La que hizo la obra fue la misma empresa contratada para las obras arquitectónicas y la museografía del Museo Nacional de Arte Moderno “Carlos Mérida”, que también sigue cerrado. ¿Hay un patrón en estas contrataciones?
Por Claudia Méndez Villaseñor
Las arqueólogas Marion Popenoe de Hatch y Christa Schieber de Lavarreda lo confirmaron en su ponencia: “Una revisión preliminar de la historia de Tak´alik Ab´aj, departamento de Retalhuleu”, durante el XIV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala del año 2000. “A primera vista es difícil de entender por qué los primeros pobladores establecieron Tak´alik Ab´aj sobre una pendiente montañosa, en el que el exceso de lluvia dificulta la vida y el terreno exige enormes esfuerzos para reforzar y adecuar las terrazas naturales sucesivas que sostienen las estructuras”. Esas condiciones no han cambiado desde el periodo Preclásico Medio (2500 a 400 a.C.). Son constantes la lluvia y el viento y fue justo el mal tiempo lo que, según el Ministerio de Cultura y Deporte, ocasionó daños en el nuevo museo. Cuatro meses después de haber sido inaugurado se produjo la caída de árboles; goteras en el techo y daños en los ranchos de exhibición, descanso y servicios a los visitantes. La obra de más de Q33 millones está dormida, cuando apenas y había despertado de un sueño de 18 años.
Schieber de Lavarreda dijo en 2005, que entre 900 a 400 AC, “La ciudad fue asentada sobre diez terrazas naturales características de las laderas de la cadena volcánica que descienden a la Costa del Pacífico. La superficie de estas terrazas fue el espacio previsto para las plazas de los cuatro grupos arquitectónicos principales, dejando establecido desde entonces el trazo regido por 21 grados que, se cree, está relacionado con la orientación astronómica dirigida a la constelación Osa Mayor”.
Convivir con la lluvia y el viento en esa pendiente montañosa resultó más que un capricho para los habitantes originales de la ciudad antigua. Según lo explicado por las expertas en el año 2000, la fundación de Tak ´álik Ab´aj, en un sitio tan particular tuvo mucho que ver con la proximidad del cauce del río Ixchay, cuyo margen era posible cruzar, cuando en otras partes de la ribera suponía una barranca muy profunda y escapada. “El Monumento I de estilo Olmeca, de grandes dimensiones, fue esculpido in situ, en el lugar en el que el río se podía cruzar, parece evidente que desde muy temprano en su historia, Tak´alik Ab´aj estaba ubicado sobre una ruta que no solamente comunicaba con el Altiplano, sino que también se podía controlar la entrada y salida del sitio”, mencionaron entonces.
Las arqueólogas, consideraron que durante el Preclásico Medio existió una ruta comercial a lo largo de la bocacosta y que la distribución lineal de los monumentos Olmeca y más tarde de las esculturas Maya que están colocadas en lugares similares, probablemente marcaban los puntos estratégicos que conectaban al Altiplano con la Costa Sur. Sin embargo, no quedaba claro si en sus inicios, Tak´alik Ab´aj se asentó en respuesta al comercio controlado por los Olmeca, o si ya funcionaba como un centro independiente cuando fue incorporado a la red comercial.
Retroceder miles de años en la historia del valioso sitio arqueológico resulta pertinente porque cuando se habló por primera vez de abrir un museo en el Parque Arqueológico Nacional Tak´alik Ab´aj se generaron grandes esperanzas, por la necesidad real de contar con un espacio propio y cercano que atesorara y exhibiera la riqueza de los hallazgos que cuentan sobre la cultura Olmeca, Maya y de la presencia teotihuacana, en la segunda mitad del Clásico Temprano y K´iche´, en el Postclásico. Así de valioso es Tak´alik Ab´aj. El lugar milenario en la que se asentaron diversas culturas. ¿Merecía un museo propio? La respuesta es sí.
En el XIV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala 2000, las arqueólogas agradecieron a José Luis y a Rocío Ralda, de la Finca Santa Margarita, por autorizar investigaciones arqueológicas en áreas localizadas en su propiedad y por la donación de 11 manzanas de terreno, lo que hizo crecer el Parque Arqueológico Nacional Tak´alik Ab´aj a 22 de extensión. En 2007, en uno de esos terrenos se comenzaría a construir el nuevo museo. El valioso patrimonio tendría una casa, pero para ello tuvo que esperar 18 años y la espera sigue.
Comienza el proyecto y no hay mayor información
En 22 de diciembre de 2006, se publicó en el Sistema de Información de Contrataciones y Adquisiciones del Estado (Guatecompras), el NOG 372692 (la licitación pública 6-2006) “Construcción del Museo Arqueológico Tak´alic Ab´aj, Primera de Tres Fases, localizado en El Asintal, Retalhuleu”, bajo la responsabilidad de la Asociación Guatemalteca de Conservadores y Restauradores de Bienes Inmuebles y Centros Históricos (AGBI). Esta entidad convocó a empresas constructoras con precalificado vigente en el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) y en la Secretaría General de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN). Se supone que era una unidad ejecutora del desaparecido Fondo Nacional para la Paz (FONAPAZ).
El 29 de enero de 2007 se recibieron las ofertas a las 12:00 horas de tres empresas interesadas: Arquitectos Asesores, S.A., que ofertó Q1 millón 970 mil 046.96; Grupo K (Keit-Sei), S.A., Q1 millón 849 mil 857.02 y Constructora Loncar, Q1 millón 955 mil 097.93. Al día siguiente, a las 9:00 horas en la sede de la AGBI se evaluaron las ofertas y se adjudicó el proyecto a Grupo K, que había logrado 80 puntos, por Q1 millón 849 mil 857.02. El entonces representante legal de la empresa era Marco Vinicio Morales Portillo, vinculado al caso Asalto al Ministerio de Salud Pública, una investigación dada a conocer por la FECI y la CICIG en 2019.
De este proceso falta información sobre la dependencia estatal que pagaría los recursos o por qué AGBI tenía la facultad de convocar y promover procesos de compra pública; las actas que aprueban las bases de licitación y contrato; los dictámenes técnico y jurídico; así como el contrato firmado; los informes de supervisión y las actas de recepción y liquidación del proyecto. Lo que sí se publicó fueron los distintos renglones de trabajo a contratar: cimentaciones; columnas de concreto y estructura principal; levantados; soleras; columnas propias; detalles especiales en paredes; vigas y losas; vigas de concreto; vigas metálicas; losas de concreto; instalaciones hidrosanitarias y eléctricas.
El 28 de julio de 2008, la Asociación ProDesarrollo de la Comunidad (APRODESCOM) publicó en Guatecompras, el NOG 610356 (licitación pública APRODESCOM/FONAPAZ –REU- 01-2008) “Museo Arqueológico Tak alik Ab´aj (tercera fase) comunidad El Asintal, caso urbano, municipio Asintal, departamento Retalhuleu”.
En las bases de licitación se explicó que la entidad fue contratada por el Fondo Nacional para la Paz (FONAPAZ) con el objetivo de impulsar el proceso de licitación; recibir y calificar ofertas y luego adjudicar la “propuesta más conveniente y favorables a los intereses de FONAPAZ, de la cultura y la población en general”.
El nuevo proyecto consistía en: trabajos de complemento de la fase I; edificio principal más sala introductoria; trabajos de complemento fase II: salas I, II, III y IV; trabajos fase III: salas números V y VI; áreas de depósito, boletos, guías y servicios sanitarios, así como trabajos varios.
Según Guatecompras las ofertas de dos empresas se presentaron el 29 de agosto de 2008 a las 13:13 horas. La de Constructora Loncar por Q8 millones 475 mil 076.92 y la de Grupo K, S.A., o Keit-Sei por Q7 millones 159 mil 004.55, favorecida un año antes con una adjudicación por más de Q1 millón destinada a la primera fase del proyecto. El 2 de septiembre, APRODESCOM aceptó oferta de Grupo K, S.A.
El 11 de septiembre de 2008 se publicó en Guatecompras una copia del contrato APRODESCOM/FONAPAZ-REU-01-2008, suscrito por la organización y Grupo K-Estudios de Ingeniería Total S.A., Sociedad Especializada Internacional, sin ninguna fecha. Se señaló que APRODESCOM administraría los recursos destinados al proyecto (Convenio 49-200, del 8 de julio de 2008) y que se adjudicaría la obra a Grupo K, por Q7 millones 159 mil 004.55. Tampoco se dejó registro del tiempo que duraría la obra.
Con la firma de la ampliación y modificación del contrato, el 2 de abril de 2009, se estableció que la obra aumentaría Q2 millones 466 mil 533.25, es decir el valor total del proyecto sumaría Q9 millones 625 mil 537.8. El plazo se fijó en ese contrato en 10 meses. El museo tendría que haber sido entregado en julio de 2009.
En el Portal de Transparencia no hay más información sobre el avance; la supervisión de los trabajos contratados y la entrega o liquidación del proyecto.
Liquidación de FONAPAZ
La evaluación y desarrollo del proyecto fue un tema que no trascendió en los años siguientes. Se desconoce cuándo se suspendió la obra, solo que en 2013 comenzó un proceso dirigido a liquidar FONAPAZ. El 19 de marzo de ese año, se publicó en el Diario de Centroamérica el Acuerdo Gubernativo 129-2013, del presidente de la República, mediante el cual se creaba el Fondo de Desarrollo Social (FODES) adscrito al Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) con el propósito de administrar “los bienes, derechos y obligaciones que sean trasladados por FONAPAZ y sus unidades ejecutoras de proyectos en liquidación”.
El 7 de enero de 2016, cobró vigencia el Acuerdo Gubernativo 2096-2015, del presidente de la República, en el que se acordó que el MIDES concluiría el proceso para liquidar y disolver FONAPAZ. Se dio un mes a las unidades ejecutoras para trasladar los expedientes de proyectos. Se desconoce si se entregó entonces el expediente de las obras del museo.
En 2020, se creó en el MIDES la Unidad Administrativa de FONAPAZ en liquidación y fue en ese año, que el recién nombrado ministro de Cultura y Deportes, Felipe Aguilar, aseguró que se retomaría la obra abandonada.
Dice Cultura que recuperará el proyecto
En una publicación del Gobierno de Guatemala, del 14 de octubre de 2020, Aguilar aseguró que “recuperaría y culminaría el proyecto del Museo Caracol del Tiempo”. Fue la primera vez que se le llamó por ese nombre al proyecto contratado en 2007, y que se localizaría en un terreno donado por la familia Ralda en el Parque Arqueológico Nacional Tak´alik Aba´j.
El funcionario dijo que después de haber visitado el lugar, evidenció que no se habían registrado avances físicos de la obra en los últimos 10 años, es decir, desde 2010 y que “era inaudito porque representaba una inversión para el pueblo de Guatemala”. Agregó ese día que el 90 por ciento del proyecto era rescatable. “Debemos saber cómo se va a reforzar la estructura y de forma paralela avanzaremos con la museografía para completar el interior y culminarla en corto tiempo”, afirmó.
“Me estoy comprometiendo a comenzar a construir en el primer trimestre de mi gestión. Esto representa dinero del Estado y tenemos que ser congruentes con lo que estamos hablando”, dijo. Antes de Aguilar, la cartera de Cultura era dirigida por Silvana Martínez, quien fue destituida el 10 de septiembre de 2020.
Cuando se hizo referencia al nombre del museo “Caracol del Tiempo”, se dejó entrever que el diseño del edificio simulaba desde el aire la curvatura externa y espiral de la concha de un caracol.
Los trabajos en El Asintal, Retalhuleu arrancaron el 22 de enero de 2021, según publicaciones del Gobierno de Alejandro Giammattei. Ese día, el presidente y el ministro Aguilar, y otros funcionarios, dieron luz verde a la obra con la ceremonia de colocación de la primera piedra. “El Museo Caracol del Tiempo será un museo espectacular. El caracol tiene una proporción áurea. Esta es una inspiración y elemento que se tomó en cuenta para su construcción”, dijo Aguilar en ese acto oficial.
Giammattei agregó: “Este será un museo sin precedentes. Es una lástima que no tengamos un museo para enseñar las bellezas que se han encontrado y que representan la esencia de nuestra cultura”.
Durante la ceremonia se dio a conocer que por el abandono del edificio se había realizado un estudio estructural del proyecto que determinó que había que demoler la cubierta del edificio, en su totalidad y el sistema de vigas, entre otra obra gris.
El 8 de septiembre de 2023, Giammattei hizo entrega de la primera fase del Museo Caracol del Tiempo “José Luis Ralda González”. Se inauguró de forma oficial el 21 de diciembre de ese año. El mandatario aseguró que el Ministerio de Cultura había hecho el trabajo “casi desde cero”. “Las estructuras se habían deteriorado por el abandono de la obra. Hubo que reconstruirlo, pero, por fin, hoy lo estamos inaugurando. Se trata de una museografía de primer nivel, es algo que nos hace sentir orgullosos porque le estamos presentando al mundo, el inicio de la historia de los Mayas que se extendió por 1 mil 700 años”, indicó. Cuatro meses después el museo estaba cerrado, y continúa cerrado, a causa “de la lluvia y el viento”.
¿Cómo fueron los procesos de adjudicación?
Como lo afirmó Aguilar, en la ceremonia del 22 de enero de 2021, un año antes se publicaron en Guatecompras las bases de la cotización pública C-07-2020 “Contratación de servicios para el estudio estructural del Museo Arqueológico El Caracol del Tiempo, del Parque Arqueológico Nacional Tak´alik Aba´j, a cargo de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Nacional”, (NOG 12450707). La cartera era dirigida por Silvana Martínez, quien había asumido el cargo apenas ocho días atrás.
Esta publicación evidencia que por alguna causa, el Gobierno de Giammattei tenía un ojo puesto, desde el principio de la administración, en el museo abandonado. ¿Con qué intenciones?
En las bases se justificó este contrato, ya que la obra por estar suspendida requería de un diagnóstico y análisis estructural. Se consignó en el documento que la obra había iniciado en 2005, lo cual contradice los registros de Guatecompras, y que se habían prolongado hasta 2011, con un 40 por ciento de avance físico, de lo que tampoco hay un reporte que confirme el dato.
En una convocatoria sin fecha, el Ministerio de Cultura invitó a participar en el proceso de cotización y que presentaran ofertas el 10 de julio de 2020, a las 11:00 horas. Ese día se aceptaron tres ofertas: de HIDRAES, Ingenieros Consultores, S.A., que ofertó Q485 mil 298.84; PROASE, Proyectos y Asesoría Ingeniería Civil, Q265 mil y el ingeniero civil José Humberto Rosal Paz, Q262 mil.
Mediante el Acta 22-2022, del Instituto de Antropología e Historia y de la Dirección del Patrimonio Cultural y Natural, del 22 de julio de 2020, se adjudicó el servicio a Rosal Paz. El 21 de agosto de ese año se firmó el Contrato Administrativo de Servicios Profesionales de Ingeniería, Arquitectura y Supervisión de Obras en el renglón 188 MCD-102-2020, entre Mónica Claudina Urquizú Sánchez, jefa de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural y el ingeniero Rosal Paz, por un monto de Q262 mil y un plazo de 75 días calendario, que se cumplían el 17 de noviembre. El contratista cumplió con la fecha de entrega y el estudio se recibió en esa fecha “con información más allá de lo requerido”, según la Comisión Receptora y Liquidadora.
Al año siguiente, el 18 de noviembre de 2021, el ministerio de Cultura publicó el NOG 12450707, “Contratación de servicios profesionales de servicios sanitarios para el proyecto denominado: Construcción del Museo Caracol del Tiempo en el Parque Tak´alik Aba´j”, que consistía en un estudio sanitario y otro hidrosanitario completo sobre la calidad del agua; sistemas de aguas pluviales; drenajes; plantas de tratamiento de aguas residuales con cálculos manuales de operaciones y mantenimiento. El pedido se hizo el 5 de noviembre de 2021, por medio del Formulario de Requisición de Bienes, Suministros, Obra y Servicios, Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, firmado por Miguel Orrego Corzo, jefe administrativo del Parque Arqueológico Nacional Tak´alik Aba´j.
El 18 de noviembre de ese año, se aprobó el Contrato Administrativo DGPCYN-13-2021, con la firma de la directora general del Patrimonio Cultural y Natural, Jenny Ivette Barrios Vital de Rodríguez y el ingeniero civil Jeffrey Estuardo Argueta Gálvez, por Q45 mil. Se le otorgaron 30 días calendario para elaborar los estudios. Este servicio se pagó el 29 de noviembre de 2021. En Guatecompras no hay información sobre si los documentos cumplían con los requerimientos solicitados.
Comienzan a construir el edificio, otra vez
En 2022, el Ministerio de Cultura arrancó con los procesos de ley dirigidos a construir el nuevo museo, de acuerdo con la ley de Contrataciones del Estado y convocó a la licitación pública DGPCYN-01-2022 “Construcción Edificio Museo Caracol del Tiempo José Luis Ralda González, Tak´alik Aba´j, El Asintal, Retalhuleu”, (NOG 16187717), el 21 de enero de 2022.
Se definieron en el proyecto 13 renglones de trabajo, así como: la urbanización del lugar; el dormitorio para agentes de seguridad; la venta de boletos, guías y servicios sanitarios; garita de control; acabados, azulejos, pisos; puertas y ventanas. Para entonces, el Ministerio de Cultura había inscrito el proyecto en SEGEPLAN bajo la responsabilidad de Barrios Vital de Rodríguez, directora general del Patrimonio Cultural y Natural, y contaba con una ficha en el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIPgt).
Además, la cartera compartió en Guatecompras la resolución 757-2013/DIGARN/UCA/RMHH/dajlc, de la Unidad de Calidad Ambiental, de la Dirección General de Gestión Ambiental y Recursos Naturales del Ministerio de Ambiente por el expediente DABI-08-2013, “Diagnóstico Ambiental de bajo impacto tipo C denominado Construcción del edificio Museo Arqueológico Tak´alik Ab´aj´” presentado por Lesly Ivonne Putzeys González, exdirectora general del Patrimonio Cultural y Natural, el 13 de febrero de 2013.
El Ministerio de Ambiente, según Guatecompras, aprobó el proyecto “Diagnóstico Ambiental de bajo impacto tipo C denominado Construcción del edificio Museo Arqueológico Tak´alik Ab´aj´” y nueve compromisos como el mantenimiento de la fosa séptica, dos veces al año. La cartera de Cultura pagó Q200 por la Licencia de Evaluación Ambiental. Este proceso revela que para 2013, seguía vigente la obra contratada en 2008, a cargo de Grupo K.
El 21 de enero de 2022, cuando se convocó la licitación pública en Guatecompras, también se registraron en el Portal de Transparencia un juego de 78 planos del proyecto. La responsable de este proceso fue Sandra Lisbeth Secaida Lemus, jefa administrativa del Departamento de Compras, de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, quien en noviembre de 2020 rechazó una compra directa del Museo Nacional de Arte Moderno para reparar las goteras del techo.
El 4 de marzo de 2022, a las 10:00 horas se presentaron cinco empresas interesadas: Constructora Archila, que ofertó Q16 millones 178 mil 042.91; Constructora Efraín E. Bobug C., S.A., Q17 millones 587 mil 834.97; Constructora y Transportes J.P, S.A, Q18 millones 155 mil 727.85; Constructora R y P Limitada, Q19 millones 800 mil y Consultoría y Construcción Ingenieros Asociados, S.A., Q15 millones 296 mil 656.88. Ese mismo día se rechazó la propuesta de la Constructora R y P Limitada por “encontrarse en el máximo establecido en la franja de fluctuación” del 25 por ciento del costo estimado por la cartera de Cultura.
Mediante el Acta 5-2022, de la Dirección del Patrimonio Cultural y Natural se adjudicó la licitación pública a la Constructora y Transportes J.P, S.A que había presentado una oferta por Q18 millones 155 mil 727.85.
El 6 de mayo de 2022 se firmó el Contrato Administrativo de Obra CAO-01-2022 con vigencia por 330 días calendario, es decir casi un año, entre Mario Roberto Maldonado Samayoa, viceministro del Patrimonio Cultural y Natural y Carlos Rubén Baldomero Tot Chén, administrador y único representante legal de la Constructora y Transportes J.P, S.A, por un monto Q18 millones 155 mil 727.85 con la finalidad de levantar el edificio del Museo Caracol del Tiempo “José Luis Ralda González”.
El 27 de noviembre de 2023, se liquidó el proyecto por medio del Acta 73-2023, del Instituto de Antropología e Historia y de la Dirección del Patrimonio Cultural y Natural, la Comisión Receptora y Liquidadora resolvió que la obra se realizó conforme lo estipulado en el contrato de mayo de 2022 y aprobó un monto por trabajo extra de Q7 millones 281 mil 217, con lo cual, el costo de la obra aumentó a Q22 millones 995 mil 707.30.
Contrato por la “museografía”
El 6 de marzo de 2023, se publicó en Guatecompras la descripción de la licitación pública DGPCYN-04-2023 (NOG 19416490) “Implementación de la Museografía para el Museo Caracol del Tiempo a cargo de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural”, cuyas ofertas serían recibidas el 26 de abril de ese año, a las 10:00 horas. Con este proceso concluirían las obras en el nuevo museo.
El pedido firmado por Miguel Orrego Corzo, jefe administrativo del Parque Arqueológico Nacional Tak´alik Aba´j, el 13 de abril de 2023, consistía en la aplicación de pintura y la compra de: escritorios (2); baterías de sillas (2); 125 estanterías; sillas gerenciales (4); proyectores (2); mesas (9); sillas plegables (36), entre otro equipo.
El día de la entrega de ofertas, solo se presentó la Constructora y Transportes J.P, S.A, con una propuesta por Q7 millones 498 mil 428. La misma empresa contratada en mayo de 2022 para construir el edificio del Museo Caracol del Tiempo “José Luis Ralda González”.
La obra se adjudicó a la Constructora el 12 de mayo de 2023 y se firmó el contrato el 22 de junio de ese año, entre la viceministra del Patrimonio Cultural y Natural, Jenny Ivette Barrios Vital de Rodríguez y Carlos Rubén Baldomero Tot Chén, administrador y único representante legal de la Constructora y Transportes J.P, S.A con vigencia por 120 días calendario, unos cuatro meses.
Al concluir esta obra, la empresa representada por Tot Chén comenzó los trabajos de museología en el Museo Nacional de Arte Moderno, que durarían 120 días calendario, pero que se prolongaron de septiembre de 2023 a junio de 2025.
El nuevo museo fue inaugurado por el presidente Alejandro Giammattei, el 21 de diciembre de 2023, pero el acta de liquidación y recepción del proyecto 85-2023 del Instituto de Antropología e Historia y de la Dirección del Patrimonio Cultural y Natural se firmó hasta el 27 de ese mes. En este documento, la Comisión Receptora y Liquidadora aprobó el 100 por ciento de la obra. El mismo día, se firmó el Acta 86-2023 del Instituto de Antropología e Historia y de la Dirección del Patrimonio Cultural y Natural mediante la cual se aprobó un pago extra a la empresa, por más de Q2 millones. Lo que aumentó el costo de la obra a Q10 millones 496 mil 842.87.
En resumen, la cartera de Cultura dirigida por Felipe Aguilar desembolsó, entre 2022 y 2023, un total de Q33 millones 492 mil 550.17 por el proyecto. A la cifra se deben sumar los más de Q10 millones pagados por unidades ejecutoras de FONAPAZ, entre 2007 y 2008.



¿Fue la lluvia y el viento?
El nuevo museo cumplió un mes, pero algo pasó en febrero de 2024. Se cerró del 10 al 14 de febrero por mejoras en el interior del recinto y trabajos de mantenimiento. Se presume que con la lluvia que se reportó ese mes, se comenzaron a evidenciar fisuras en el techo. En abril, cuando la lluvia se intensificó, el agua de lluvia se filtró por las fisuras abiertas. La precipitación pluvial y el viento son constantes en la Boca Costa y la fuerza de estos elementos de la naturaleza fue bien conocida desde el origen de Tak´alik Ab´aj, menos por quienes construyeron en el lugar este recinto patrimonial.
El Ministerio de Cultura, por medio de un documento de la Dirección de Comunicación y Difusión Cultural, aseguró que entre 2024 y 2025 se registraron daños en la “entrada pluvial del Museo, por las fisuras en las losas del techo y las dificultades de evacuación del agua pluvial en los techos y alrededores. Hay fallas en el proceso de fundición, así como disfuncionales instalaciones de evacuación de agua pluvial y alcantarillado”. Asimismo, resultaron con daños, los ranchos de protección de esculturas; los de descanso y servicios para los visitantes, así como algunas oficinas.
En ese documento se explicó que el Rancho Sombrilla, que resguarda y exhibe al público una importante colección de esculturas de Tak’alik Ab’aj, con techo de palma sintética resultó afectado por “la lluvia tormentosa y los vientos ciclónicos, aumentados en los últimos años por el Cambio Climático y la pérdida de la cobertura boscosa en el entorno del Parque”.
Por el mal clima se cayeron varios árboles que destruyeron los dos ranchos. Uno fue recién reconstruido y para el otro se preparan los materiales con la finalidad de repararlo, aunque en Guatecompras no hay reporte sobre algún proceso de compra con esta finalidad.
La Dirección de Comunicación y Difusión Cultural dijo que “todas las piezas arqueológicas recuperadas durante las investigaciones tienen la información de su contexto, cronología y corresponden a descubrimientos que se dan en el proceso de las excavaciones. Este contexto es el que provee la información para poder contar la historia de Tak’alik Ab’aj y es la que inspiró la forma del diseño del Caracol del Tiempo y el concepto del guion museológico “El viaje a través del tiempo”.
Estas declaraciones sin un nombre que las respalden contradicen una publicación del Diario de Centroamérica del 27 de mayo de 2024, en la que se denunció que el piso de cemento del Museo Caracol del Tiempo “José Luis Ralda González” (en esa fecha) estaba manchado y vacías las salas de exhibición por las filtraciones de agua en dos las cuatro losas. La terraza no soportó la lluvia que comenzó en abril de ese año. Se retiró la mayoría de piezas exhibidas al público, incluidas las emblemáticas máscaras de jade, y quedaron solo ocho estelas y cuatro altares, los cuales fueron cubiertos con mantas de tela y plástico negro ya que, por su tamaño y peso se necesitaba de maquinaria especial para trasladarlos a un lugar seguro.
“Ninguna pieza arqueológica debe ser expuesta a eso porque no es el agua en sí, sino que es a través del material que filtra, que puede manchar las esculturas. Así como ha ocurrido con el piso”, afirmó para el Diario Oficial, Christa Schieber de Lavarreda, encargada de las investigaciones arqueológicas en el Parque Arqueológico Nacional Tak´alik Aba´j. “No debería tener fallas. Los más tristes somos nosotros, los arqueólogos de acá, porque el museo es un sueño de décadas y cómo costó que se hiciera. Es un regalito, pero con fallas”, mencionó entonces la experta.
El ingreso de agua al interior del lugar, añadió, “produce un efecto búmeran en todo sentido porque si empieza a fallar una cosa, empieza a fallar otra”.
El Diario de Centroamérica además entrevistó a Lucía Castillo, jefa de la Oficina Técnica de Ingenieros de la Constructora y Transportes J.P., S.A., quien señaló que lo que ocurría en el museo, inaugurado cinco meses atrás, no era por causas estructurales. “Las filtraciones fueron provocadas porque el concreto trabaja con un coeficiente térmico y todo el tiempo se está expandiendo y contrayendo. El problema es que en Retalhuleu hay altas temperaturas y por el origen del cemento, (se compró a la empresa Mixto Listo), no se ha comportado de la manera esperada”, aseguró.
Castillo señaló que se repararían los daños y que asumirán los costos. “Vamos a hacer una impermeabilización con fibra de vidrio”, dijo. Estos trabajos tardarían dos meses y medio, pero mencionó que había que esperar el fin de la temporada de lluvia en el país. De ese compromiso pasó un año.
De acuerdo con Castillo el nuevo museo se construyó sobre una obra preexistente, que corresponde a entre el 35 y 40 por ciento del total del inmueble. “Lo viejo no formaba parte de nuestras especificaciones y las bases. No tendríamos que dar garantía si falla lo viejo, que ya estaba”, aseveró.
Descripción General
El Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj está ubicado a 199 kilómetros de Ciudad de Guatemala, según la ficha del Sistema de Información Cultural (SIC). “Se distingue de otras ciudades precolombinas por la cantidad y diversidad de estilos de esculturas que documentan la transición cultural olmeca a maya temprano, así como artefactos de jadeíta para los primeros gobernantes”.
“La arquitectura y el trazo de la ciudad es excepcional, por la perfecta adaptación a las terrazas naturales y la integración del diseño basado en la cosmología y la orientación astronómica. Los astrónomos del Preclásico Medio y Tardío realizaban observaciones meticulosas del recorrido de los astros y el sol, dejaron registro de su trabajo en alineaciones escultóricas sobre la plataforma sagrada del Observatorio Astronómico”.
Según el SIC algunos de los monumentos son de origen Olmeca del periodo Preclásico Medio. La pieza central es la Estela V, tallada con dos figuras de perfil, que se miran de frente una a la otra. Entre las figuras se tallaron dos columnas de glifos con una cuenta larga del calendario maya. La columna izquierda registra el año 126 d.C, mientras que la de la derecha, el año 83 d.C., o posiblemente el 103 d.C. Para algunas personas, las esculturas de un cocodrilo y una rana al lado de la Estela V son nahuales protectores.
Las piezas y vestigios que se exhibían en el Museo Caracol del Tiempo “José Luis Ralda González” cuentan una historia que data del 800 a.C. al 900 d.C., la más larga de Mesoamérica para los especialistas.
Aprovechar una necesidad sentida
Abrir un museo en el Parque Arqueológico Nacional Tak´alik Aba´j resultaba una necesidad dada la variedad y cantidad de vestigios milenarios que fueron recuperados durante décadas, como vasijas, utensilios domésticos, instrumentos de trabajo y las joyas de los gobernantes de esa ciudad.
El Gobierno de Alejandro Giammattei aprovechó esta necesidad y con el ministro de Cultura, Felipe Aguilar, pagaron sumas millonarias por el nuevo recinto cultural. Con una narrativa atractiva, llamaron incluso la atención de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). El Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj fue declarado Patrimonio Mundial en 2023 y fue el nuevo museo, uno de los componentes que la UNESCO evaluó para otorgar el crédito.
Pero, la lluvia y el viento trajeron al suelo el nuevo proyecto, según las nuevas autoridades de Cultura. ¿La lluvia y el viento que nunca abandonan Tak´alik Aba´j? ¿No hubo antes pagos por estudios estructurales, sanitarios, hidrosanitarios y licencias ambientales que consideraban el entorno de la obra? ¿Sino se hizo caso de los actuales estudios, por qué no se retrocedió en el tiempo y se buscó en el pasado, tal como “Caracol del Tiempo” las enseñanzas antiguas para construir en el lugar?
Queda claro que la parafernalia de 2023, en El Asintal, Retalhuleu, solo fue el ruido que ocultó las verdaderas intenciones de las autoridades de turno al detectar la necesidad de un nuevo museo. Los bolsones millonarios que representaba la obra y cómo obtenerlos fueron los motivos reales, pero cuándo se tejió la telaraña escapó la lluvia y el viento milenario. Los elementos de la naturaleza revelaron las oscuras intenciones de los exfuncionarios, pero sin lograr de los nuevos más que una resignación amarga. Una inacción.




