Residencia de periodismo comunitario y feminista desde la esperanza

 

La primera Residencia de Periodismo Comunitario y Feminista pone énfasis temático en la memoria histórica, los movimientos sociales, los feminismos, los derechos humanos, la lucha contra la corrupción, la protección del medio ambiente y la defensa de los territorios.

Por Prensa Comunitaria

La primera Residencia de Periodismo Comunitario y Feminista es un espacio de corta duración de creación colectiva transdisciplinaria y transterritorial para la construcción de narrativas, documentación y creación de conocimiento colectivo.

La residencia es convocada por Prensa Comunitaria y Ruda, en ella se involucran periodistas comunitarios, indígenas y feministas, así como artistas, autoridades comunitarias, activistas, editores, editoras, académicos y académicas desde diferentes territorios.

Los participantes exploran nuevas formas de transmitir sus ideas, a la vez que disponen de recursos para trabajar en un nuevo entorno al que se movilizan para encontrarse, lejos de la presión del tiempo y de la vida cotidiana.

La Residencia pone énfasis temático en la memoria histórica, los movimientos sociales, los feminismos, los derechos humanos, la lucha contra la corrupción, la protección del medio ambiente y la defensa de los territorios. Esta experiencia mejora nuestras posibilidades para llegar a diferentes audiencias desde lo local a lo global.


Un acto político y de dignidad

Prensa Comunitaria ha mostrado que contar la realidad desde los pueblos es un acto político y de dignidad. Su trabajo ha estado al lado de las luchas comunitarias, documentando violencias, resistencias y memorias que los grandes medios callan.

El camino no ha sido fácil, el periodismo comunitario ha tenido que enfrentar la censura, la criminalización, la precariedad y la violencia. Es un oficio que ha sido capaz de sostener la palabra de los pueblos, denunciar injusticias y visibilizar resistencias. En un contexto marcado por la crisis climática, los conflictos por el agua, la tierra y los bienes comunes, contar estas historias desde los territorios se vuelve urgente y vital.

El contexto nacional plantea enormes retos. Guatemala es un país con profundas desigualdades sociales, políticas y económicas; donde la corrupción y la impunidad siguen socavando la confianza en las instituciones, y donde la violencia, la migración forzada y la represión de la protesta social marcan el día a día de muchas comunidades.

A esto se suman los efectos de la crisis climática, que golpean con sequías prolongadas, inundaciones y pérdida de medios de vida, afectando especialmente a los pueblos indígenas, campesinos y mujeres.

La defensa del territorio y de los bienes comunes se convierte en una lucha cotidiana, y quienes se atreven a contar estas realidades, como periodistas comunitarios, suelen ser perseguidos, difamados o silenciados.