La lucha del pueblo Tz’utujil logra que sea declarada vacante el puesto del alcalde municipal, señalado de corrupción

 

La histórica intervención del Cabecera el Pueblo de Santiago Atitlán, Sololá contra la corrupción y otros actos que afectan a la población Tz’utujil del municipio permite posicionar una gobernanza casi equilibrada, con la estructura fortalecida desde el respaldo de la comunidad. 

Desde el 21 de abril, la Cabecera del Pueblo, Juan Mendoza Damián es depositario de la representación de una movilización histórica que incluyó la toma de la municipalidad, recolección de más de siete mil firmas, marchas y protestas ciudadanas pacíficas durante 25 días y acciones legales para solicitar la renuncia del alcalde, Francisco Coché, a quien el resto del Concejo lo desconoció. 

El 10 de octubre el Tribunal Supremo Electoral (TSE) firmó un acuerdo con las autoridades ancestrales y el Concejo Municipal para declarar vacante su puesto, tras fuertes señalamientos de corrupción y por no escuchar las demandas del pueblo Tz’utujil.

Por Prensa Comunitaria

Las banderas de Guatemala por las fiestas patrias en la plaza de Santiago Atitlán, Sololá, un municipio conformado por ocho cantones, dos aldeas y 12 fincas del pueblo Maya Tz’utujil al sur del Lago Atitlán continúan ondeando y retratan la movilización ciudadana.

Miles de pobladores, representados por el Cabecera del Pueblo Tz’utujil, la autoridad ancestral, han tomado las instalaciones municipales para exigir la renuncia del jefe edil, Francisco Coché, que asumió con el partido CABAL, en las elecciones de 2023.

Era un funcionario que gozaba de popularidad hasta mayo de 2025, un hombre querido en su municipio. Pero algo cambió y ahora la población de más de 50 mil habitantes exige su renuncia por posibles actos de corrupción en la Municipalidad de Santiago Atitlán.

En reiteradas ocasiones la población había alzado la voz contra la autorización de 244 mototaxis conocidos como “tuk tuk”. Pese a varias denuncias, las autoridades municipales se negaban a derogar el acuerdo municipal que les autorizaba circular.

Cientos de pobladores se concentran frente a la iglesia de Santiago Atitlán, el 16 de septiembre de 2025. Foto Nuto Chavajay

La presión estaba desde abril pero se agudizó el 15 de septiembre cuando recabaron más de siete mil firmas para solicitar la renuncia del jefe edil quien había hecho caso omiso a los requerimientos del pueblo. Pese a que los vecinos citaron al alcalde en la municipalidad no acudió a la reunión, el malestar incrementó y el 16 de septiembre se realizó la toma de la comuna atiteca.

Pero antes de instalarse la resistencia pacífica se desencadenaron otros hechos que pueden explicar cómo se llegó a este punto en este municipio ubicado a 190 kilómetros de la capital guatemalteca, donde la mayoría de la población, el 97.4%es de origen Tz’utujil, según el último Censo Poblacional y Vivienda de 2018 en Guatemala.

Pese a la toma de la municipalidad, los manifestantes permitieron el ingreso de los trabajadores municipales para que los servicios continuaran y no afectar a la población, asimismo, solicitaron la presencia del alcalde quien nunca se presentó durante los 26 días que duró la toma.

Finalmente el 13 de octubre las autoridades ancestrales junto al Cabecera de Pueblo levantaron las medidas en laMunicipalidad y se llevó a cabo la primera sesión de concejo, se tiene un plazo hasta el 17 de octubre para que se presente el alcalde, en caso contrario se certificará al TSE para la vacancia a la cual debe asumir el concejal primero, Andrés Ajuchán Coo.

La muerte de la autoridad indígena que estuvo durante más de una década 

La muerte del Cabecera del Pueblo, Nicolás Sapalú, de 78 años, quien durante los últimos 14 años fungió en el cargo, marcó una nueva era para pueblo atiteco, El día de su muerte, el 4 de marzo de 2025, algo se fragmentó.

Durante años, según diversas fuentes, se ha elegido por las diversas cofradías al Cabecera del Pueblo y con el aval de la mayoría de la población, sin embargo, tras la muerte de Sapalú, un pequeño grupo, en junio de 2025, se autodenominó como líderes del Pueblo mientras la población continuaba de luto.

Este grupo minoritario supuestamente era liderado por Coché. El contraste del apoyo era evidente, ya que para la elección de la autoridad ancestral, la plaza frente a la iglesia católica se llena, se trata de una decisión ampliamente apoyada. Sin embargo, en esta ocasión apenas se observó a un pequeño grupo en la esquina del atrio.

https://prensacomunitaria.org/2024/10/la-poblacion-tzutujil-de-santiago-atitlan-elegira-al-nuevo-cabecera-del-pueblo/

Con estas acciones, la grieta que marcaba el divisionismo se hacía cada vez más extensa y profunda, había desacuerdos porque algunos vecinos calificaron como una “imposición” de parte de un funcionario, (el alcalde) la elección de un nuevo Cabecera del Pueblo por parte de una minoría de las cofradías en la localidad. En ese momento se eligió a Juan Tziná Coché.

Era la primera ocasión que se generaba una dualidad de Cabecera del Pueblo en Santiago Atitlán, aunque otros cinco alcaldes habían tratado de manipular este proceso ancestral e imponer a gente afín a sus intereses.

Una resistencia que cumple más de 27 días

En medio de la noche y pese a la lluvia, las mujeres atitecas, con su perraje se cubren del frío intenso que no es un impedimento para estar frente a la municipalidad donde a cada noche. Los vecinos organizados por cantones hacían turnos para poder velar y exigir la renuncia del jefe edil. Desde el 16 de septiembre, cientos de personas acudieron a entregar las siete mil 830 firmas que recabaron el día anterior para pedir la renuncia de Coché.

Otro grupo de personas, entre mujeres, hombres y jóvenes realizan rondas durante la noche el 30 de septiembre, llevan 15 días en resistencia,  realizando marchas pacíficas para solicitar que el alcalde renunciara.

Pobladores participan en el plantón frente a la Municipalidad que comenzó el 16 de septiembre. Foto Prensa Comunitaria

Como si fueran las manifestaciones de 2015 contra el Gobierno de Otto Pérez Molina por los actos de corrupción, este municipio a 190 kilómetros de la capital guatemalteca se levantó en protesta exigiendo la renuncia del jefe edil.

Las mujeres cocinan a altas horas de la noche, calentando café y preparando comida para las personas que llegan a apoyarlos, con banderas de Guatemala. Con altoparlantes exigen al unísono la renuncia del alcalde.

Un recordatorio de las manifestaciones de 2023 

La tenacidad con la que los pobladores de Santiago Atitlán exigían la renuncia del alcalde rememoraban las manifestaciones del 2023, en rechazo a las acciones de la Fiscal General del Ministerio Público (MP), Consuelo Porras.

Los líderes ancestrales pernoctaban frente a la municipalidad junto con el cantón que estaba en turno, las mujeres cocinaban para la mayor parte de la población que llegaba desde diversos puntos. Empresas, emprendimientos y personas particulares colaboraban en las medidas de su posibilidad en estas protestas, con comidas, donaciones de dinero y de productos básicos para alimentación. Grupos de diversas religiones llegaban a orar y rezar por los líderes y por el municipio. Pedían a Dios para que el problema se resolviera en paz.

La población Tz’tutujil de Santiago Atitlán respaldó a sus autoridades ancestrales. Foto Nuto Chavajay

La población atiteca no dejaba ni un minuto a solas al líder ancestral en turno pues de cuatro integrantes del Cabecera del Pueblo que son los más visibles, uno se turnaba para poder orientar a la población. El 30 de septiembre, la autoridad ancestral que estaba de turno no durmió 24 horas ya que empezó su turno el 29 de septiembre. Sin embargo, al día siguiente tenía una citación en el MP a la cual tuvo que asistir junto a las demás autoridades.

Los 25 días que el pueblo Tz’utujil estuvo en protesta recuerdan los 106 días que los que en diferentes puntos de Guatemala y frente a la sede del MP, la población rechazó las acciones de Porras hasta que finalmente, asumió el cargo, el actual presidente.

La organización comunitaria no descansó hasta el 10 de octubre cuando realizó una movilización hacía el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en la ciudad capital tras el desconocimiento del Concejo Municipal del alcalde Coché.

Tras una reunión de varias horas, los magistrados del TSE, las autoridades ancestrales y el Concejo Municipal acordaron tres puntos para declarar vacante el cargo de alcalde: notificar al alcalde la vacante del cargo; sesionar todos los días desde el 13 de septiembre al 17 y de no comparecer Coché, certificar su ausencia y trasladar el expediente al Tribunal.

https://prensacomunitaria.org/2025/10/autoridades-indigenas-y-el-tse-acuerdan-proceso-para-declarar-vacante-el-cargo-de-alcalde-de-santiago-atitlan/

Fueron 25 días de protesta, en la que la población no dio marcha atrás, al contrario, más sectores se sumaban a diario.

Una lucha de todos y de todas 

Concepción Reanda Ixtabalán viene de la recién creada comunidad de Chuk Muk, a unos cinco kilómetros de la cabecera municipal. Ella es la lideresa de su comunidad que se organizó desde varios días anteriores para respaldar a la Cabecera del Pueblo.

El 30 de septiembre a las 22:45 horas llegó con una caravana de al menos unas 100 personas, con altoparlantes y banderas de Guatemala, uniéndose al clamor del pueblo. “Nosotros exigimos la renuncia del alcalde, porque estamos en contra la corrupción, queremos una Atitlán libre, siempre estamos en contra la corrupción, nosotras estamos velando por las mujeres que no saben leer ni escribir, estamos firmes con nuestra petición”, detalló Reanda.

La comunidad de Chik Muk se reunió con el cantón Xechivoy frente a la municipalidad para la ronda de seguridad, se encomendaron a Dios y dieron recomendaciones de no grabar la caminata y de no hacer bulla, porque algunas personas, como ancianos y niños están durmiendo.

Las rondas de seguridad se realizaron durante las noches por las y los vecinos. Foto Prensa Comunitaria

Se recomienda que las tiendas abiertas deben cerrar a las 23:00 horas, además advierten que ante cualquier anomalía deben llamar a la policía para evitar cualquier problema. Guardan los altoparlantes e inician su ronda por las principales calles del municipio. Las rondas de seguridad dieron inicio el pasado 16 de septiembre, pues los líderes ancestrales denunciaron amenazas de muerte en su contra.

Los policías resguardan a la población que manifiesta frente a la municipalidad y se mantienen aprestos ante cualquier eventualidad pero no actúan sino es a petición de los líderes ancestrales.

Para los Tz’utujiles la organización comunitaria es importante, confían entre ellos y no en la autoridad del Estado, es más, en el municipio no se observa a ningún militar desde el 2 de diciembre de 1990, tras la masacre de 13 pobladores en el caserío Panabaj donde se ubicaba el destacamento. La comunidad se organizó y expulsó al ejército en ese entonces.

El levantamiento y la unidad del pueblo Tz’utujil logró expulsar al ejército antes de la firma de los acuerdos de paz. La decisión se mantiene hasta hoy y las fuerzas de seguridad no son muy bien vistas en este municipio. La gente tampoco confía tampoco en los agentes policiales.

Muestra de ello es que en 2016 retuvieron a tres agentes señalados de la muerte de un tendero en el municipio, en ese momento la comunidad se organizó y expulsó del municipio a los agentes policiales. Con el paso de los días los policías retornaron pero la seguridad del municipio está en manos de la misma población que está organizada junto con los Cabecera del Pueblo.

La organización comunitaria del pueblo Tz’utujil también conocida como Tz’kin Jaay Atitlán es histórica y fuerte. En 2018 soldados de la IV brigada de infantería del ejército fueron trasladados al Volcán Atitlán para construir  refugios de alpinistas. La presencia militar no fue bien recibida por los pobladores del municipio quienes se organizaron y exigieron a las instancias correspondientes respetar el decreto firmado el 6 de diciembre de 1990 por el presidente en ese entonces, Vinicio Cerezo, sobre la expulsión del Ejército por la masacre que cometió.

Una nueva era, con nuevos retos

Juan Mendoza Damián, la principal autoridad indígena del pueblo Tz’utjujil que finalmente fue electo por la población el 1 de noviembre de 2024, señala que cuando tomaron posesión en el cargo, lo eligieron como “Cabecera del pueblo”. Junto a él asumieron como Fiscal I, Pedro Quiquival Mendoza, Fiscal II, Miguel Pablo Sicay  y al escribano, Diego Petzey Quieju, quienes son los integrantes más visibles de esta organización ancestral que se conforma de alrededor de 18 personas.

Una nueva era daría inicio para el pueblo Tz’utujil sumada a múltiples problemas sociales. La población, cansada ante la inacción de las autoridades municipales, se avoca a la autoridad ancestral para solventar con el diálogo y de manera pacífica algún problema en específico.

Como muestra de esto, desde el 1 de noviembre, diversos grupos de personas se acercaron a las nuevas autoridades para que se solventaran temas puntuales que afectan al pueblo atiteco.

Juan Mendoza Damián fue electo como cabecera del pueblo el 1 de noviembre de 2024. Foto Nuto Chavajay

El retiro de las jaulas de tilapia que contaminan el lago de Atitlán, considerado uno de los más bellos a nivel mundial, fue una de las primeras acciones de la Cabecera del Pueblo.  “Llegó la gente, nos contó que el agua estaba sucia, que donde se metían generaba hongos y que es dañina para las especies nativas. Tomamos la decisión de retirar las jaulas aunque eso significara que nos quieran encarcelar. No es fácil este trabajo y aquí no se gana dinero. No nos rendimos porque el pueblo nos respalda”, señala Mendoza Damián. Tras una serie de acciones de diálogo y legales, finalmente el 23 de julio de 2025 se retiraron 80 toneladas de tilapia

Otro de los temas, que afecta a la población es la gran cantidad de los mototaxis conocidos como “Tuc Tuc” que generan accidentes y dificulta el tránsito en las calles adoquinadas del municipio. Detallan que incluso a los vecinos les dificulta caminar sobre todo a aquellos que recogen leña de la montaña a sus hogares, por la gran cantidad de estos vehículos.

Según la Cabecera, la población denunció ante la autoridad ancestral que el jefe edil autorizó 244 líneas de mototaxis, las cuales se sumaron a los 265 que ya existían.  Tras diálogos, el 7 de mayo de 2025 en reunión de Concejo Municipal con la presencia de las autoridades ancestrales se votó para derogar la autorización de los nuevos servicios pero el proyecto continúo lo que generó el malestar de la población.

Esta situación era nada más la punta del iceberg. La derogación de las nuevas líneas detonó una serie de denuncias que revelaron posibles irregularidades y actos de corrupción donde se señala directamente al alcalde, y que por eso, la población lo denunció ante el Cabecera del Pueblo quien asegura citó al alcalde en reiteradas ocasiones pero no se presentó.

La negativa del alcalde llevó a las autoridades ancestrales a que en asamblea con la población decidieron concentrarse y tomar la municipalidad exigiendo la renuncia del Coché.

Este conflicto generó acciones contundentes de parte de la autoridad ancestral, se citó al jefe edil en reiteradas ocasiones para explicar, ¿dónde estaba el dinero y porque se autorizaron pese a la oposición de los vecinos? Pero no hubo respuesta.

El 15 de septiembre se realizó una asamblea donde se iba a solicitar al jefe edil, explicaciones, sin embargo, no se presentó. Finalmente, el 16 de septiembre se citó nuevamente a la población y al jefe edil, pero nuevamente no se presentó y la asamblea decidió realizar la toma de la municipalidad y exigir la renuncia del alcalde

La población Tz’utujil, cansada, tomó la municipalidad el 16 de septiembre. Foto Nuto Chavajay

“Este problema viene desde que nosotros asumimos el cargo, cuando la población denunció esta anomalía, desde ese entonces tratamos de entablar un diálogo con el alcalde municipal, pero nunca dio la cara. Aquí estamos esperándolo, a él en ningún momento se le sacó”, detalla el Cabecera, Mendoza Damián en una entrevista a Prensa Comunitaria frente a la municipalidad de Santiago, tras un largo día.

La población se mantenía persistente en que no se autoricen más líneas de mototaxis, porque generaba desorden en las estrechas calles del municipio y que el alcalde pudiera aclarar qué tipo de negocio se habría hecho en este caso.

Según la denuncia de vecinos, el jefe edil habría recibido Q105 mil por los 35 mototaxis que ya estaban operando en el municipio de los 244 que se habían autorizado. Además, otros mototaxistas se abocaron a las autoridades indígenas para señalar que se había dado fuertes sumas de dinero al alcalde para la autorización de las nuevas líneas.

Pero el alcalde, pese a citaciones del Cabecera, no dio explicaciones ante el pueblo y a los líderes ancestrales. Según los vecinos, el dinero se habría entregado en bolsas en la municipalidad a altas horas de la noche, sin embargo, no se especifica fechas pero sí señalan que eran aproximadamente a las 22 horas.

Posibles actos de corrupción del alcalde

Juan Quiejú de la Comisión Ciudadana por la Transparencia de Santiago Atitlán, asegura que desde el año pasado se vienen registrando varias irregularidades en la municipalidad y que en octubre de 2024 se presentó una denuncia contra el jefe edil a la sede central del MP. La denuncia fue por cohecho pasivo, negación de la información y falsedad ideológica, ya que como parte de su trabajo de fiscalización se les había negado información de la concesión de los mototaxis y además, recibieron una denuncia de que Coché recibió dinero por permitir las concesiones.

“Se autorizaron 244 mototaxis, pero dos meses antes el alcalde, había dicho que no se daría estas concesiones, pero también denunciaron que al alcalde le dieron Q105 mil los primeros 35 mototaxis que ya están trabajando. Nosotros creemos que él vio que era un gran negocio, entonces él seguía firme con autorizar más pese a que la población no quería y que en el concejo se había derogado”, puntualizó Quieju.

La denuncia de la Comisión no prosperó, en noviembre de 2024, notificaron que se desestimó el caso, lo cual generó más malestar en la población y lo denunciaron ante la Cabecera del Pueblo, denuncias que se sumaron a la que otras personas habían realizado.

Alcalde Francisco Coché, intentó ingresar a la municipalidad el miércoles 15 de octubre. Foto Nuto Chavajay

Una opaca concesión que detonó las manifestaciones 

Las 244 líneas de mototaxis fueron autorizadas en una sesión en abril de 2024 según la Comisión de Transparencia del municipio. Tras el hallazgo como parte de su trabajo de fiscalización, la Comisión solicitó mayores datos para comprender lo que implicaba esta concesión para el pueblo, sin embargo, tal como asegura Quiejú coordinador de esta organización, pese a múltiples solicitudes de información no se brindaron los datos de este caso.

Ante la negativa y surgimiento de nueva información que indicaba que supuestamente el jefe edil habría recibido fuertes sumas de dinero por esta concesión, este grupo de vecinos que se encargan de fiscalizar interpuso una denuncia en 2024 ante el MP, por cohecho pasivo, abuso de autoridad y negación de información, sin embargo, el ente investigador desestimó la denuncia en noviembre de 2024.

En la sesión de autorización de la concesión de mototaxis, en abril de 2024, tres miembros del concejo municipal, Andrés Ajuchán, primer concejal, David Sosof cuarto concejal y Salvador Sapalú quinto concejal se opusieron a las nuevas líneas debido a que no cumplían con los requisitos y que esto duplicaría la cantidad de mototaxis en el municipio.

Fueron únicamente, tres votos de siete en contra por lo cual se autorizaron las 244 líneas quienes pagaron Q2 mil a la municipalidad, es decir a las arcas municipales ingresó un total de Q488 mil por los nuevos mototaxis.  El malestar de la población fue evidente y exigieron al alcalde derogar esta autorización, la cual supuestamente se realizó pero después el Cabecera recibió varias denuncias de mototaxistas que supuestamente tuvieron que pagar desde Q70 mil hasta Q90 mil para circular.

Origen de la Cabecera del Pueblo de Santiago Atitlán 

El pueblo Tz’utujil de Santiago Atitlán cuenta con una población estimada de 50 mil personas, donde la mayoría se dedica a la agricultura, producción y venta de artesanías, así como comercialización de productos básicos. Durante los últimos años ha tenido un auge en el sector turístico, específicamente hotelero, es un municipio donde la gobernanza local se puede distinguir con la presencia del Cabecera del Pueblo y de la autoridad municipal, como el concejo y su alcalde.

Ambas autoridades trabajan de manera aislada, pero deben velar por el bien común de la población atiteca; sin embargo, para la gente el que es más importante es el Cabecera del Pueblo, según el historiador Xelani Luz.

Luz cuenta que las autoridades ancestrales son los designados por la población directamente y que tienen a su cargo el resguardo de “La Caja Real” un cofre que contiene documentos oficiales como el título de tierras comunitarias del municipio, el libro de actas, el sello, entre otros documentos, archivos que datan desde 1520

La estructura del Cabecera del Pueblo ha cambiado con el paso de los años pero siempre ha estado conformada por los representantes de las Cofradías de las imágenes en el municipio.

Las autoridades ancestrales gozan de respeto ante el pueblo Tz’utujil, en Santiago Atitlán. Foto Nuto Chavajay

Históricamente, en la época de la invasión española, el municipio de Santiago Atitlán estaba dividido en 18 partes, cada sector tenía su propio representante que era conocido como “Calpul o chinamital”, términos Aztecas ya que los españoles provenían de México  se hicieron acompañar por una fuerza militar de ese territorio, según Luz.

Posteriormente se fue adaptando y los conocieron como principales que son los que eligen al Cabecera del Pueblo. Luz explica que el término “Cabecera” fue mencionado por primera vez en documentos de 1,763 sin embargo, es la máxima autoridad contra actos que afecten a la población.

Para el investigador, Miguel de León Ceto, el Cabecera del Pueblo permite posicionar una gobernanza equilibrada, con la estructura fortalecida desde el respaldo de la población, esto debido a que esta estructura tiene el respaldo del pueblo para elegir a sus líderes.

Luz indica que en los años 50, 60, 70 eran como más de 100 principales. El historiador señala que “las Cofradías cobraron auge, como una manera de preservar la cultura y las decisiones comunitarias, existe una lógica de que las cofradías deciden sobre quién es Cabecera. En las cofradías están más de 80 personas involucradas que eligen al Cabecera con el aval del pueblo. Porque al final tenían que avalar”, señaló.

Además, Luz resalta que históricamente han existido alcaldes que han buscado fragmentar el liderazgo del pueblo Tz’utujil pero que el pueblo indígena se mantiene unido con la Cabecera del Pueblo.

Una autoridad territorial que vela por el bien común 

Ceto, investigador y autor del artículo “Gobernanza indígena Tz’utujil en Santiago Atitlán: defensa del lago y lucha contra la corrupción” señala que los diferentes pueblos indígenas en el país tienen sus propias formas de organización, sus propias autoridades y en este caso es la Cabecera de Santiago Atitlán que ha sido una forma de gobierno y autoridad muy antigua y legítima.

“Viene desde el periodo colonial y obviamente ha tenido cambios…es gobierno muy estrecho con su comunidad, con su territorio, entonces eso creo que muy interesante, porque digamos pues son decisiones que se toman en colectividad, colectividad me refiero a municipios a nivel territorial, que incluye cantones, aldeas para tomar decisiones”, puntualizó de León Ceto en una entrevista telefónica con Prensa Comunitaria.

La Cabecera del Pueblo de Santiago Atitlán es una autoridad legítima afirma investigador. Foto Nuto Chavajay

Asimismo asegura que las acciones de la población se rigen ante la falta de acciones contundentes de otras instancias. En este caso particular se solicitaba el retiro de las jaulas y ahora que no se autoricen más mototaxis, resalta.

“Hay conflictos entre la municipalidad y la autoridad indígena, o sea, entre la gobernanza indígena y la gobernanza tradicional. Porque, digamos, muchas veces los intereses no son los mismos, o digamos, la lógica, lamentablemente, del sistema tradicional, me refiero al Estado, es un poco el andamiaje de los partidos políticos, negociaciones, acuerdos. No es realmente uno de los problemas que la sociedad tiene”

Aunque el investigador indica que no se ha enfocado específicamente al poder municipal, recuerda que hace más de 50 años, ha habido conflictos muy fuertes entre la municipalidad, la iglesia católica y la Cabecera.

“Por ejemplo, se robaron las máscaras antiguas de Maximón, eso generó un conflicto, por lo que yo entiendo de la envergadura de ahorita, o peor, expulsaron al alcalde, expulsaron al cura, es decir, esto es una situación muy delicada, porque sí, fue muy conflictivo entre los intereses de la población, del pueblo y no es la primera vez, creo yo”, indica

“Este sector es un municipio y además un territorio que vive un momento histórico, esto que pasa a nivel local, creo que también está muy relacionado con lo que está pasando a nivel nacional, incluso internacional, que hay una reconfiguración de los pueblos indígenas en sus territorios y eso incluye las distintas formas de gobierno y sus autoridades. Efectivamente creo que la sociedad se encuentra identificada con este proceso” indicó.

Agregó “y yo creo que entre la ausencia de ese Estado, no sólo Legislativo, el Judicial, el Ejecutivo, al final la población entiende que pues les toca resolver sus propios asuntos”, detalla el investigador, destacando que en diversas ocasiones en diferentes puntos del país pasó y pasará algo similar.

Se mantienen firmes en exigir renuncia 

Durante los últimos días el pueblo de Santiago Atitlán ha mantenido firme su lema de exigir la renuncia del alcalde aunque esto implique un posible caso penal en su contra.

Pese a que el Ministerio Público dirigido por la Fiscal General, Consuelo Porras no ha informado si existe una investigación en el caso las autoridades ancestrales aseguran que hay un proceso bajo reserva por lo que exigen a la fiscalía Departamental dirigido por Cornelio Sicay, un vecino de este territorio, iniciar un procedimiento contra el alcalde ya que aseguran que trataron de presentar una denuncia en contra del jefe edil pero no fue admitida.

El 30 de septiembre las autoridades fueron citadas por el ente investigador a ratificar la denuncia contra el jefe edil por posible incumplimiento de deberes y amenazas e instigación a delinquir ya que el escribano del Cabecera, Diego Petzey, asegura que en un video publicado por el jefe edil en redes sociales se evidencian estos delitos contra las autoridades ancestrales.

 

El 10 de octubre las autoridades ancestrales lograron un paso histórico para forzar la renuncia de Francisco Coché. Foto Archivo Autoridad Ancestral Tz’utujil

El diálogo con el entonces alcalde municipal no ha sido posible, la Cabecera asegura que en ningún momento se le ha negado el ingreso a la municipalidad sin embargo no se ha presentado a las reuniones acordadas.

Tras la presión de los vecinos y de las autoridades ancestrales el 8 de octubre el concejo municipal de Santiago Atitlán desconoció al alcalde municipal.

Los concejales junto al cabecera del pueblo notificaron de esto al Tribunal Supremo Electoral el viernes 10 de octubre y abandonaron la sede cuando llegaron a tres acuerdos para declarar vacante el cargo de alcalde.

Alcalde dice que no renunciará

Prensa Comunitaria trató de tener una entrevista con el alcalde municipal en reiteradas ocasiones sin embargo indicó que estaba ocupado y que se comunicaría posteriormente.

En una comunicación vía telefónica el 7 de octubre señaló que no se pronunciaría por los señalamientos de la población ya que asegura que no tienen fundamento y que no presentan pruebas de este caso.

Además el jefe edil dijo que no presentará su renuncia y que ya ha iniciado acciones legales para desalojar a la población que se concentra en la municipalidad desde el 16 de septiembre.

Las banderas en frente de la municipalidad por la celebración del 15 de septiembre continúan alzadas mientras la población se concentra para respaldar al Cabecera del pueblo Tz’utujil.

Se declara vacante y fijan plazo 

Tras una marcha pacífica, trasladándose a 180 kilómetros de su territorio, los Cabecera del Pueblo, junto a un grupo de pobladores, se reunieron con los magistrados del TSE e integrantes de la corporación municipal y establecieron un proceso para declarar vacante el cargo de alcalde de ese municipio, que ocupa Coché, que no se ha presentado al a sede municipal desde el 16 de septiembre debido a las protestas que exigen su renuncia.

En la reunión se acordó que se le da un plazo al jefe edil para que aparezca en las sesiones del concejo municipal hasta el 17 de octubre, de lo contrario se certificará su ausencia y su cargo será declarado vacante.

El 13 de octubre las autoridades ancestrales cumplieron el primer acuerdo, abrir la municipalidad a las 7 de la mañana para que pueda dar los servicios normales a la población. Solo hace falta esperar a que Coché se presente en el plazo establecido, de lo contrario, su puesto será declarado vacante.

Coché se presentó dos días después frente a la municipalidad, llegó escoltado por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), no presentó su renuncia y la población reunida en el lugar no le permitió ingresar al edificio municipal, pues para la población él ya no ostenta el cargo de alcalde municipal y a quién nuevamente le notificaron que el cargo de Alcalde Municipal fue declarado vacante y que será nombrado un nuevo alcalde municipal.