La celebración en honor a San Miguel Arcángel se llevó a cabo el 29 de septiembre. Los festejos están llenos de música, actividades religiosas y comida tradicional que se comparte entre la comunidad.
Imelda Tax
La feria de Totonicapán en honor a San Miguel Arcángel, la cual se celebra cada 29 de septiembre, está llena de relatos y color. Este año comenzó 24 de septiembre con conciertos y actividades religiosas.
La comunidad relata la historia del patrono que data de 1978. La Iglesia Católica prendió en llamas en donde se encontraba la imagen de San Miguel Arcángel, las personas preocupadas por sofocar el fuego vieron volar entre las llamas a la imagen con rumbo desconocido.
Unos años más tarde, pobladores que caminaban por el bosque encontraron aquella imagen en una cueva entre las montañas. Aquel lugar fue bautizado como La Cueva de San Miguel, que está ubicada en el cantón de Chiyax.
Desde entonces esta cueva se volvió sitio turístico y de gran importancia para la espiritualidad maya y la fe de los totonicapenses.
Cada 8 de mayo se celebra la “feria pequeña” conmemorando el día de su aparición y regreso a la Iglesia Católica. En dicha actividad también participan la Junta Directiva de los 48 cantones, ya que en la auxiliatura de esta misma organización se encuentra otra imagen de San Miguel Arcángel quien es el guardián de los documentos del pueblo.

Puntos para la venta
Los vendedores se colocan en puntos estratégicos antes de la inauguración de la feria. Doña Graciela es una de las personas que aprovecha la feria patronal para vender canastos de diferentes tamaños desde hace 30 años.
“Vamos a varios lugares a vender, sin embargo, estamos preocupados porque está bajando mucho el negocio. Se está perdiendo la costumbre y tradición de comprar y utilizar estos canastos que por varias décadas han sido utilizados por los abuelos, hoy las personas prefieren utilizar bolsas plásticas o costales”, expresa.
Desde hace dos años, quien comenzó con el negocio de la venta de canastos lo dejó pero la familia de doña Graciela continúo porque ha sido el sustento de su familia por tres décadas.
Una de las costumbres de la comunidad es que durante los días de feria las personas acostumbran a regalar paches, acompañados de roscas, manías y dulces típicos.
Días antes del festejo se preparan comprando los ingredientes para preparar esta comida tradicional y demostrar la hermandad que existe entre las familias y vecinos. Un acto de bondad que se ha vuelto una costumbre en Totonicapán.





