Ayotzinapa: 11 años de una búsqueda incansable

 

Las madres y los padres de los 43 normalistas desaparecidos mantienen su exigencia para que el Ejército mexicano entregue información sobre los hechos ocurridos el 26 y 27 de septiembre de 2014.

Por: Lizbeth Hernández

Han transcurrido 11 años desde los ataques y la posterior desaparición forzada de 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero. El paso del tiempo parece implacable para sus madres y sus padres. 

“Nuestros pasos se han vuelto lentos, pero nos mantenemos de pie con la esperanza de que nuestros hijos regresen”, dicen en un comunicado compartido por las familias en el contexto de este onceavo aniversario. 

El pasado 26 de septiembre, nuevamente salieron a marchar en la Ciudad de México (CDMX). Realizaron una jornada de varios días, con actividades en Guerrero y la CDMX. Mantienen su exigencia para que el ejército entregue la información que tiene en su poder sobre los hechos de aquel 26 y 27 de septiembre de 2014.

Pese a sus reclamos, sus exigencias y su disposición al diálogo (han acudido a reuniones con los distintos presidentes y ahora presidenta Claudia Sheinbaum) no ha habido resultados. La verdad y la justicia se vislumbran lejos. 

Foto Lizbeth Hernández. El antimonumento que recuerda a los 43 estudiantes desaparecidos en 2014 fue uno de los puntos de encuentro. Este fue colocado en 2015 en el Paseo de La Reforma como un reclamo al Gobierno de Enrique Peña Nieto.
Foto Lizbeth Hernández. En algunas calles del centro de la Ciudad de México, las y los manifestantes plasmaron la lucha de hace 11 años en busca de justicia.

Desde hace dos años, las familias de los jóvenes normalistas han denunciado más retrocesos y obstáculos en las investigaciones. Un trabajo periodístico publicado en 2023 por el periodista estadounidense John Gibler, dio cuenta de cómo desde el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se dinamitó la investigación del caso

De hecho, el expresidente asumió en el último lapso de su gobierno una investigación del caso y publicó dos informes en donde no dio certezas a las familias, pero sí exculpó al Ejército.  Ahora, en la administración de Claudia Sheinbaum, la primera presidenta de México, las familias siguen sin ver avances. 

Hace un año, previo al décimo aniversario de los hechos en Iguala, Guerrero, las familias pidieron a Sheinbaum que no les fallara, que agilizara las investigaciones ya estancadas. La recién electa presidenta aseguró que su gobierno trabajaría en nuevas líneas de investigación. 

Sin embargo, un año después, las familias han expresado su decepción. Otro reporte periodístico publicado un día antes del onceavo aniversario por el portal A dónde van los desaparecidos indicó que, aunque la presidenta prometió avances, la Fiscalía General está regresando a la tesis inicial sobre el destino de los jóvenes. Esta tesis se conoció como “la verdad histórica” que afirmó que los estudiantes tuvieron como destino final el basurero de Cocula, en Guerrero, y que los perpetradores fueron integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos.

Foto Lizbeth Hernández.  Las masacres de 1968 y 1971 contra estudiantes universitarios en la Ciudad de México, fueron recordadas en las consignas de la marcha en memoria a los normalistas de Ayotzinapa.
Foto Lizbeth Hernández. El caso continúa en la impunidad con interrogantes sin responder. “¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, exigieron estudiantes normalistas que marcharon en la capital.

Pero esta “verdad histórica” fue desmontada por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), el cual sí contó con la confianza de las familias y que terminó su mandato en julio de 2023, tras presentar seis informes del caso. Las y los expertos del GIEI denunciaron bloqueos y limitaciones por parte de instancias del Gobierno para avanzar más en las investigaciones.

Ahora, las familias insistieron: “No volverán a engañarnos con una verdad histórica ni permitiremos un retroceso de lo que hoy hemos logrado. No quitaremos el dedo del renglón hasta que el Ejército entregue los documentos que obran en sus archivos y rindan cuenta por la desaparición de nuestros hijos. Insistiremos en la línea de la telefonía celular para que haya avances, exigiremos que se mantenga la investigación de los 17 jóvenes que fueron llevados a barandilla municipal la noche del 26 de septiembre del 2024 en Iguala, Guerrero, así como las extradiciones de Tomás Zerón, de Lucio, refugiado en Israel, y la de Ulises Bernabé asilado en Estados Unidos”.

Por ello, como lo hacen desde 2014, las familias de los 43 marcharon. Pese a la lluvia, caminaron del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo, en la zona centro de la ciudad. Aseguraron que no van a dejar de buscar la verdad. 

Contingentes de pueblos que luchan, estudiantes y otras organizaciones les acompañaron en su camino. Muchxs jóvenes portaron, además, banderas palestinas, pues aseguraron que la violencia del ente genocida también ha tocado México, no solo por el caso Ayotzinapa, sino por la venta de armas que hace Israel a México.

Foto Lizbeth Hernández. Madres de familia encabezaron la manifestación en la Ciudad de México.
Foto Lizbeth Hernández. Compañeros de los estudiantes desaparecidos en 2014 marcharon del Ángel de la Independencia al Zócalo.

Durante el recorrido, un grupo de manifestantes realizó pintas y accionó ante la presencia de antimotines, que se desplegaron y les siguieron desde la Glorieta de las Mujeres que Luchan.

Las madres y padres llevaron a cabo su mitin, pero, por primera vez, no lograron colocar un templete frente a Palacio Nacional. Pese a eso, refrendaron que no se rendirán e invitaron a más familias de personas desaparecidas en México a seguir la lucha para encontrar a sus hijas e hijos.

“Los padres y madres de los 43 estamos convencidos que tarde o temprano lograremos derribar el muro de la impunidad y de la injusticia. La verdad saldrá a la luz y se hará justicia a nuestros hijos desaparecidos”, puntualizaron.

Foto  Lizbeth Hernández. Estudiantes normalistas de diferentes puntos del país se unieron a la marcha para exigir justicia.