“Warom”, el primer disco de estudio de Edgar Cú Caal: un búho que canta en Q’eqchi’ y en español

 

El cantautor Maya Q’eqchi’ Edgar Cú Caal presentó Warom, su primer disco de estudio. La obra combina rock, blues, balada y kok’ son, en un viaje musical que honra la memoria, la identidad y las luchas de su pueblo, ahora disponible en las principales plataformas digitales.

Por Wellinton Osorio

El viernes 22 de agosto de 2025 se presentó Warom, el primer disco del cantautor y compositor Maya Q’eqchi’ Edgar Cú Caal, originario de San Pedro Carchá, Alta Verapaz. Warom es una obra que entrelaza rock, blues, balada y ritmos latinos con el kok’ son, estilo ancestral Q’eqchi’, para construir un sonido íntimo y orgullosamente situado en su identidad. “Aunque la noche sea densa, el búho sigue mirando y canta para que nunca dejemos de soñar”, señala el texto que acompaña el lanzamiento, condensando la poética que atraviesa el álbum.

Edgar Cú Caal empezó a tocar la guitarra a los siete años y creció participando en espacios comunitarios, escolares y religiosos. Se formó en el Conservatorio Nacional de Música, continuó estudios en la Universidad del Valle y en la Universidad de San Carlos, y ha dedicado buena parte de su trayectoria a la docencia musical y a procesos socioculturales en Alta Verapaz. En 2021 obtuvo el primer lugar en un concurso de composición impulsado por organizaciones q’eqchi’-poqomchí. Entre sus trabajos destacan el jingle “Soy Q’eqchi’ y consumo lo nuestro”, compuesto para la Asociación Maíz de Vida, y el sencillo “Mi Guacalito de Amor” (2023). Warom es su primer álbum de estudio. 

El sentido de “Warom”: la noche, el secreto y la memoria

Warom significa búho. En la cosmovisión q’eqchi’, el búho es el guardián del secreto y está asociado a la noche, tiempo de conversaciones y decisiones importantes que resuenan hasta hoy en la vida comunitaria. De hecho, Q’eqchi’/chi q’eq remite a “oscuridad” o “gente de noche”. El propio nombre del disco es un homenaje a esa raíz, a las cuevas como umbrales —que en el Popol Wuj se leen como entradas a Xibalbá— y a un linaje que canta para abrir caminos, como en la travesía de los gemelos. Para Edgar Cú Caal, nombrar el disco así es afirmar: “lo que fui, lo que soy y lo que siempre seré, porque es un orgullo ser q’eqchi’”. 

El álbum Warom está compuesto por diez temas que recorren la biografía musical y vital de Edgar Cú Caal. Cinco piezas están dedicadas a su pueblo —como gesto de reconocimiento y diálogo con la memoria colectiva— y cinco exploran su historia personal y su evolución como compositor. Al incluir canciones de distintas etapas, Cú Caal elige mostrar también sus búsquedas tempranas, sin ocultar los momentos de menor “madurez musical”, porque forman parte de un relato que quiere ser completo y honesto.

En las letras se revela una voz que oscila entre lo íntimo y lo colectivo. Temas como Pedazo de noviembreLibérame o La niña exploran el amor, la pérdida y la memoria desde una sensibilidad personal, con imágenes poéticas que evocan el paso del tiempo, la fragilidad y el deseo de libertad. En contraste, composiciones como Caravana Q’eqchi’La danza del B’ojOda al Q’eqchi’ y Tz’unun recuperan símbolos ancestrales, la espiritualidad ligada a la tierra y las luchas de su pueblo.

Particularmente, Llantos del Río Cahabón se convierte en un relato musical de las luchas Q’eqchi’ en defensa del territorio. La canción narra, a través de la imagen de una niña con su tinaja y el llanto del río, la violencia del despojo y la privatización de las aguas, aludiendo a la resistencia contra los megaproyectos que han afectado la cuenca del Cahabón. En su letra se entrelazan la memoria de infancia, el dolor por la pérdida y el grito de libertad de un río que simboliza la vida misma para el pueblo Q’eqchi’

https://prensacomunitaria.org/2024/12/bernardo-caal-el-pueblo-maya-qeqchi-sigue-soportando-politicas-de-saqueo-y-despojo/

Warom: identidad y memoria 

En Warom, la fusión entre rock, blues, balada y ritmos latinos con el kok’ son no es un adorno estilístico, sino una decisión política y estética. El disco alterna español y Q’eqchi’ para tender puentes con otras audiencias y, al mismo tiempo, visibilizar quién es el artista y desde dónde canta, en un contexto en el que muchos niños han dejado de hablar el idioma por procesos históricos de despojo. Edgar Cú Caal asume la música como herramienta para reivindicar a quienes fueron despojados de su identidad y volver a poner en el centro el valor del Son, los saberes, la historia y las tradiciones Q’eqchi’.

La portada del álbum fue realizada por Mary Carmen Archila en el arte y Pablo Pratdesaba en el diseño, aportando una propuesta visual que acompaña la fuerza poética y musical del proyecto.

El lanzamiento de Warom abre una etapa de tres showcases en Alta Verapaz y Ciudad de Guatemala. El equipo del artista invita a estar atentos a las fechas que serán publicadas en las redes oficiales del artista; y así poder acompañar esta celebración de un sueño de infancia hecho realidad a fuerza de trabajo, desde una música que busca sanar y elevar el orgullo por la identidad Q’eqchi’. Como parte de este camino, el disco ya se encuentra disponible en las principales plataformas digitales, permitiendo que su canto cruce fronteras y llegue a diversas audiencias.

Warom dialoga con la noche como lugar de palabra y cuidado, con el búho que vigila y canta, y con una generación que crea desde los territorios. Cú Caal se posiciona ahí: en la música como acto de memoria y en el idioma como casa. No es solo un debut discográfico; es una invitación a escuchar —y reconocernos— en la voz de un pueblo que sigue cantando y resistiendo.