Puyar al jaguar, de nuevo, con vara corta

Miguel Ángel Sandoval

Ante la captura de Esteban Toc, vicealcalde de la Alcaldía Indígena de Sololá, este 28 de agosto, no queda mucho por agregar a lo escrito hace cuatro meses al momento de la captura de Luis Pacheco y Héctor Chaclán. Por ello incluyo párrafos escritos al día siguiente del 23 de abril.

“La verdad de las cosas es que no se puede dejar de ver que la captura de Luis Pacheco y otros líderes de los 48 cantones, es un profundo error político por parte de los que toman las decisiones en Gerona. Imposible analizar el caso con anteojos jurídicos o legales pues no llegan a ninguno. No hay nada que pueda justificar la agresión a los pueblos indígenas pues de manera automática Pacheco se transformó en el símbolo de la resistencia indígena. Y al mismo tiempo se convirtió en un ataque directo al gobierno de Bernardo Arévalo, pues Pacheco funge como viceministro de su gobierno”.

“De acuerdo con información recabada es un caso montado por la fundaterror y por ello parecería una soberana tontería plantear la detención de toda la junta directiva de los 48 cantones por haberse movilizado en 2023 en defensa de los resultados electorales que, con una diferencia de más de un millón de votos sobre la segunda opción, le dio el triunfo a Bernardo Arévalo y su partido Semilla”.

“Pero junto con la idea proclamada por el pacto de corruptos, que en 2023 los pueblos indígenas habían cometido algunos delitos y por ello las órdenes de captura ejecutadas este martes de abril, se evidencia el nivel de racismo estructural en dirección a los pueblos originarios. No hay otra lectura posible. Quienes conocemos los usos y costumbres de muchas de las autoridades de nuestro país, sabemos que los pueblos indígenas históricamente fueron ciudadanos de segunda o tercera categoría, y, por tanto, objeto de todos los agravios posibles. Hay demasiada documentación al respecto para pretender que ahora se trata únicamente de cumplir la ley y que nadie está por encima de ella. Ese es discurso para bobos”.

“Si en 2023 hubo un levantamiento en defensa de la democracia, para defender el resultado de las urnas en el proceso electoral, en la actualidad se estaría incubando una insurrección de los pueblos en contra de la represión, la impunidad y el racismo hacia los pueblos indígenas, enquistada en el MP y en otros segmentos del organismo judicial, así como en círculos políticos y empresariales del país. En una palabra, se trata de un momento de lucha por el respeto de sus derechos políticos sistemáticamente amenazados. Es algo conocido universalmente: si se acosa a un tigre (jaguar) con vara corta, los resultados son de pronóstico reservado”.

En esta ocasión, de forma inmediata como en abril, las reacciones de los sectores sociales y de los pueblos indígenas han sido categóricos. Solo expreso una preocupación sobre la salud de Esteban Toc, pues no parece que existan condiciones adecuadas para proporcionarle los cuidados médicos que requiere.  Es una enorme responsabilidad que el MP y el juez responsable adquieren por su irresponsabilidad al ejecutar una orden de elemental venganza seudo judicial a un luchador social con amplio respaldo ciudadano.

Si en abril el filo de la represión iba dirigida a los 48 Cantones de Totonicapán ahora parece que extienden el nivel de su ceguera, pues atacan a la Alcaldía Indígena de Sololá. Ojalá que no se les ocurra continuar con estas agresiones ilegales y las llevan a otros pueblos y sectores ciudadanos, pues la paciencia de la gente tiene un tope.

Solo un recordatorio: el jaguar puede actuar hoy o tomarse su tiempo. Pero ojo, no olvida nunca y actúa.