El centro ceremonial Miman Na es un espacio donde se prestan servicios espirituales a la comunidad con un valor cultural para el pueblo ancestral de Jolom Konob’. Fue inaugurado el 13 de agosto.
Por Lencho Pez
Este miércoles 13 de agosto de 2025, bajo las energías del 7 Chinax según el calendario maya Q’anjob’al, un día vinculado a la abundancia y la salud, se inauguró la casa ceremonial Miman Na, (Casa Grande) un espacio de valor espiritual y cultural para el pueblo de Jolom Konob’.
La nueva construcción, ubicada en el centro ceremonial maya Q’anjob’al, sustituye a la antigua casa que se encontraba en avanzado deterioro y representaba un riesgo para la vida de los abuelos y abuelas que ad honorem prestaban servicios espirituales a la comunidad.
El proyecto fue impulsado por el abuelo Matías Francisco y su esposa María Antonio, actuales cargadores del año, con el apoyo de los abuelos Víctor Ramón y Francisco Lucas, quienes sirvieron en años anteriores. La iniciativa fue avalada por las autoridades ancestrales y se conformó un comité de construcción para garantizar transparencia en la edificación.

La obra, iniciada el 8 Watan de marzo de este año, tuvo un costo superior a los Q300 000, financiados con aportes voluntarios de comunidades y personas que donaron materiales y dinero en efectivo. Aunque aún restan detalles por concluir, ya se pondrá en funcionamiento.
En la fachada del edificio se tallaron las 20 energías del calendario sagrado maya, comenzando con el día B’een, como un elemento de valor espiritual y educativo, abierto a la observación pública.

Durante la ceremonia de inauguración, asistieron autoridades municipales, la princesa Jolom Konob’, Rosalinda Juan Mateo y la Nieta de Jolom Konob’. En su discurso, Juan Mateo destacó: “aquí nace de dónde venimos y hacia dónde vamos, donde nuestros abuelos guiaban al pueblo con sabiduría e inteligencia. Pese a los intentos de exterminio, el pueblo continúa defendiendo sus recursos naturales y sus tierras. Insto a los hijos de esta tierra que están lejos a no olvidar sus raíces ni el camino de donde partieron”.
El abuelo Francisco dijo que el altar sagrado representa una constelación de tres estrellas visibles en el firmamento, símbolo de profunda conexión espiritual. Finalmente, el abuelo Matyaxh Plas agradeció a todas las personas que colaboraron para hacer posible este nuevo espacio de reverencia al Creador y Formador.
Al final de la actividad se procedió a un baile ceremonial que consiste en bailar en círculo, siguiendo la misma dirección en que la tierra gira alrededor del sol.




