El presidente de El Salvador tiene el paso libre para la reelección indefinida. Esta nota explica cómo aplicó el manual para consolidar su régimen autoritario.
Por Héctor Silva Ávalos
Pasadas las seis de la tarde del jueves 31 de agosto, la diputada oficialista Ana Figueroa presentó al pleno del congreso salvadoreño una propuesta para reformar cinco artículos constitucionales que regulan los tiempos presidenciales y prohíben la posibilidad de la reelección. Horas después, 57 de los 60 diputados que conforman la Asamblea Legislativa, todos del partido Nuevas Ideas, aprobaron la enmienda, con lo que posibilitaron que Nayib Bukele, el presidente, se reelija de forma indefinida, alargaron de cinco a seis años el periodo presidencial, adelantaron las próximas elecciones para 2027 y permitieron que los familiares cercanos de Bukele -su esposa y sus hermanos- no tengan restricciones para postularse como candidatos. Fue la última de varias acciones políticas que terminaron con la democracia republicana que El Salvador vivió desde la implementación de los Acuerdos de Paz firmados en 1992 hasta 2021, cuando Bukele se apoderó de la Corte Suprema de Justicia. Aquí ocho momentos clave en esa ruta autoritaria.
- 1 de junio de 2021. Asalto a la Corte Suprema de Justicia y a la Fiscalía General de la República. Toma posesión la Legislatura 2021-2024 tras unas elecciones legislativas en que el partido de Nayib Bukele logró mayoría absoluta, 56 de 84 escaños, lo que le permite, entre otras cosas, controlar las elecciones de funcionarios de segundo grado. Esa misma noche, el nuevo Congreso destituye a cinco magistrados de la Sala Constitucional y al fiscal general e impone en sus puestos a funcionarios leales al presidente. Las destituciones, según artículos periodísticos, fue forzada con amenazas y acoso policial a los destituidos, y no siguió los cursos legales necesarios.
https://gatoencerrado.news/2023/10/03/el-maton-de-bukele-que-opero-el-golpe-al-poder-judicial/
- Junio 2021 – enero 2022. Desmantelamiento de los entes contralores del Estado y purga judicial. Con un fiscal y una corte suprema leales, Bukele desmantela las dos instancias que le habían abierto investigaciones a él y a sus funcionarios por sospechas de corrupción y otros crímenes. El 4 de junio de 2021 el nuevo fiscal de Bukele, Rodolfo Delgado, da por terminado el convenio con la OEA que dio vida a la Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador (CICIES), un organismo supranacional que investigó a ministros del presidente por corrupción durante la pandemia de la COVID-19. En enero de 2022, el fiscal Delgado ordena el allanamiento de las oficinas del Grupo Especial Antimafia (GEA) de la fiscalía general, el cual había investigado al círculo íntimo de Bukele, incluso a sus hermanos, como parte de una “estructura criminal” cuyos fines eran “el lucro” y “consolidarse en el poder”, según quedó escrito en un expediente conocido como Caso Catedral, que reunió investigaciones por corrupción en las cárceles y de un pacto de gobernabilidad con las pandillas MS13 y Barrio 18. El fiscal Delgado, además, entierra una investigación por lavado de dinero al conglomerado Alba Petróleos, financista de Bukele sancionado en Estados Unidos por lavado de dinero. En septiembre de 2021, el Congreso pasa una ley para jubilar a jueces, el cual esutilizado por el Judicial de forma arbitraria para premiar a juzgadores que fallan a favor del régimen y purgar a los que no lo hacen.
Los hermanos de Nayib Bukele fueron investigados como jefes de una red criminal enquistada en el gobierno | Por Héctor Silva Ávalos https://t.co/AaxFdTnlVK
— infobae (@infobae) December 29, 2021
- Septiembre 2021. Luz verde a primera reelección. El 3 de septiembre, la nueva Sala de lo Constitucional hace una interpretación de un artículo constitucional, el 152, de la que Bukele se cuelga para evadir las prohibiciones a la reelección establecidas en la ley primaria. Aquella resolución es en respuesta a una denuncia puesta por Enrique Anaya, un abogado constitucionalista, contra una partidaria de Bukele que pedía la reelección del presidente. Años después, en 2025, el régimen bukelista capturará a Anaya.
- Marzo 2022. Régimen de excepción y evolución del pacto con las pandillas MS13 y Barrio 18. El principal logro que los salvadoreños le reconocen a Bukele es el fin de la inseguridad que provocaron, durante las dos décadas anteriores, las pandillas criminales MS13 y Barrio 18. El presidente logra eso, en buena medida, gracias a un pacto de gobernabilidad con esas pandillas. Ese pacto ha sido probado y documentado en el expediente de la fiscalía salvadoreña conocido como Caso Catedral y por investigaciones de autoridades estadounidenses durante la primera administración Trump y la de Joe Biden. Las pruebas obtenidas por los norteamericanos sirven para sustentar sanciones a funcionarios de Bukele, para preparar acusaciones penales contra dos de ellos y para investigar al mismo presidente, según artículos de la prensa estadounidense. En marzo de 2022, ese pacto se agrieta, lo cual genera una masacre de 87 personas en dos días, el 26 y 27 de ese mes. De inmediato, Bukele decreta un régimen de excepción que limita garantías constitucionales de defensa, asociación, expresión y debido proceso, y que le ha servido para encarcelar a cerca del 1.5% de la población. Las reglas del régimen de excepción han sido aplicadas a prisioneros políticos. A pesar de esto, algunas condiciones del pacto pandillero han seguido en pie, como la garantía de que el fiscal general blindaría a los líderes de la extradición a Estados Unidos.
- Enero de 2023. Capitulación de la comunidad internacional. Durante la primera mitad de su gestión, la administración Biden en Estados Unidos es dura con Bukele; sanciona a varios de sus funcionarios más cercanos, como su jefa de gabinete, y mantiene vigentes las investigaciones al mandatario. Eso cambia tras la salida de El Salvador de la embajadora Jean Manes en noviembre de 2021. El Departamento de Estado empieza a guardar silencio sobre las acciones antidemocráticas de Bukele y la Unión Europea le sigue. En enero de 2023 llega a San Salvador William Duncan, el nuevo embajador, quien en principio es mantenido a distancia por el presidente, pero luego se convierte en un aliado público. Desde la llegada de Duncan, el entonces senador Marco Rubio, actual secretario de Estado de Donald Trump, asume el liderazgo en las relaciones bilaterales.
https://prensacomunitaria.org/2023/12/la-visita-de-marco-rubio-a-bukele-como-el-partido-republicano-ha-influido-en-la-politica-exterior-de-washington-en-el-salvador-segunda-y-ultima-parte/
- Febrero 2024. Primer aviso a disidentes (internos). La muerte de Alejandro Muyshondt. El asesor de seguridad nacional de Bukele, Alejandro Muyshondt, es uno de los primeros que denuncia, a lo interno, actos de corrupción y otros crímenes. Muyshondt también es uno de los operadores del espionaje electrónico a opositores y críticos. En 2020, el entonces secretario privado del presidente, Ernesto Castro, le pide crear una oficina para espiar a periodistas. En algún momento entre 2020 y 2021, Muyshondt empieza a hablar con los agentes estadounidenses que investigan la corrupción de Bukele y, en 2023, hace públicas algunas denuncias de corrupción contra funcionarios del presidente, entre ellos Ernesto Sanabria, su secretario de prensa. En 2023, Bukele acusa a Muyshondt de revelar secretos de Estado y el fiscal general gira una orden de captura. El asesor es arrestado en agosto de 2023 y sometido a desaparición forzada, sin contacto con sus abogados o familiares. Mientras está detenido recibe una golpiza, presuntamente a manos de un oficial de policía encargado por el régimen de intimidar a opositores, es hospitalizado y fallece en manos del Estado.
https://prensacomunitaria.org/2025/07/asi-persigue-la-policia-politica-de-bukele/
- Mayo 2025. Aviso a disidentes (externos). Captura de Ruth Eleonora López. El 18 de mayo, la policía de Bukele captura a la abogada Ruth Eleonora López, jefa de la unidad anticorrupción de la organización Cristosal. Bukele ya había hecho arrestar a políticos de oposición (excompañeros del partido FMLN y a Ernesto Muyshondt, exalcalde de San Salvador que también había sido su aliado), y a líderes ambientalistas y sociales que habían encabezado protestas contra el régimen, pero hasta entonces el presidente se había abstenido de detener a críticos con alto perfil internacional, como es el caso de López, cuyas denuncias en Washington, Bruselas y otros centros de poder habían tenido eco en la prensa internacional. A López la arrestan sin que exista investigación alguna en su contra; la acusan en principio de peculado y luego cambian el delito a enriquecimiento ilícito aunque la investigación a sus finanzas personales empiezadespués del arresto. Unos días después el régimen arresta a Enrique Anaya, el abogado constitucionalista que primero intentó impedir por vía legal la reelección del presidente.
https://prensacomunitaria.org/2025/05/regimen-de-nayib-bukele-detiene-a-ruth-lopez-defensora-de-dd-hh-e-investigadora-anticorrupcion/
- 2021- 2025. Exilio de periodistas, defensores de DDHH y oposición política. Los primeros periodistas, una media docena, se exilian entre 2021 y 2022 después de sufrir campañas de desprestigio, acoso digital, amenazas de arresto, acoso a sus familiares e investigaciones espurias de la hacienda pública. A finales de 2024, el régimen forma un grupo parapolicial, encabezado por el mismo oficial señalado de propinar una golpiza a Alejandro Muyshondt, para perfilar, acosar y detener a periodistas y críticos; ese grupo crea listas con nombres de personas y organizaciones a perseguir. Tras el arresto de Ruth López, decenas de periodistas, trabajadores de oeneges y otros salen forzados de El Salvador. Bukele se ha garantizado el silencio en El Salvador.
El último paso ha sido la reciente enmienda constitucional. En El Salvador ya no hay separación de poderes, no hay entes contralores, hay una policía política y no hay prensa libre. La comunidad internacional está silenciada. Y, ahora, el camino está libre para que Nayib Bukele, sus hermanos o su esposa perpetúen la dinastía familiar. Como en la Nicaragua de Somoza, como en la Nicaragua de Ortega.




