Temblores ponen a prueba capacidad de respuesta del gobierno a emergencia en Santa María de Jesús

 

Las familias en Santa María de Jesús no solo sufrieron daños en sus viviendas, también fueron afectadas por la escasez de alimentos, la falta de agua potable y energía eléctrica. Iglesias, organizaciones y el gobierno trabajan para llevar agua, alimentos y otra ayuda humanitaria a la población que aún sigue incomunicada.

Por Simón Antonio Ramón  

Ha transcurrido una semana desde que ocurrió el primer temblor de magnitud de 5.2 grados que tuvo como epicentro el municipio de Santa María de Jesús y Palín, Escuintla. Ese sismo y sus más de 990 réplicas a lo largo de la semana ha puesto a prueba la capacidad de gestión de la municipalidad y entidades del gobierno para atender emergencias provocadas por fenómenos naturales, pero también mostró un alto nivel de organización de iglesias, organizaciones sociales y comunitarias que se han volcado a apoyar a la población afectada.

La emergencia mostró la calidad de las construcciones de las casas, edificios eclesiales y de entidades públicas en esemunicipio, ubicado a 54 kilómetros al suroeste de la capital, habitado en su mayoría por población maya Kaqchikel.

Después de la tragedia, iglesias, organizaciones sociales y comunitarias mostraron un nivel alto de organización para habilitar albergues, apoyar en la gestión de alimentos, el cuidado de la niñez y el transporte de las ayudas.

Sin embargo, la dimensión del desastre también ha generado incertidumbre e inseguridad. Hay señalamientos el alcalde Mario Pérez Pío, del partido Nosotros, de tener preferencia para sus allegados en la repartición de víveres con fines político partidistas.

Desde el día del sismo hay familias que prefieren dormir en la calle. Foto: Simón Antonio Ramón.

Un cambio importante fue que la gobernación departamental, a cargo de Angelina Aspuac, tomó el 10 de julio el mando del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), un órgano que integra varias instituciones del Estado, para asistir a las personas damnificadas por los sismos. Con anterioridad estaba a cargo de la municipalidad.

A siete días de los sismos, el paso hacia Santa María de Jesús aún no está restablecido por completo, lo que ha dificultado el transporte y entrega de alimentos. Si bien se establecieron horarios para que vehículos, motos y personas puedan transitar, se ha priorizado a quienes van desde el municipio hacia la Antigua Guatemala.

Familias demandan agua y alimento

El domingo 13 de julio, a una cuadra del centro de acopio municipal, se observó a varias familias cocinar sus alimentos sobre la calle frente a sus viviendas. En entrevista con Prensa Comunitaria dijeron que en dos cuadras de donde estánpernoctan en la intemperie entre 300 a 400 personas desde el martes 8 de julio.

Las familias enfrentan problemas de agua y de alimentación cuenta Fidel Coroy Pérez. “El problema fue duro, desde ese entonces nosotros estamos viviendo en la intemperie, lastimosamente entre dos o tres días se terminaron los alimentos, por ejemplo. Lo que pedimos ahorita es el agua potable, porque está escaseando en nuestro pueblo y que el gobierno mande las ayudas, si van unos, pero lastimosamente mucha de nuestra gente está acaparando y hay alguna que no está recibiendo nada”, señaló.

Fernando Rojo, otro vecino que junto a su familia pernocta en la calle por el temor a las réplicas constantes, dijo que “las casas presentan grietas, por las réplicas, sentimos temor que se caigan la casas, en cierto modo poco a poco se va normalizando”.

Para Rojo en estas circunstancias se valoran alimentos y bebidas como el agua. “En el año 1976 nosotros ni habíamos nacido, no tuvimos esa experiencia, pero ahora que estamos viviendo estos es algo preocupante, todo está escaseando, ya no tenemos agua potable y por eso una bolsita es esencial”, dijo.

Durante el recorrido en el Tercer Cantón, en un lugar conocido como la “casa de los zopes”, un vecino hablaba a través de un micrófono para informar a las familias de la comunidad que debían inscribirse en un listado, porque el lunes 14 de julio recibirían víveres por parte de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED).

Hasta la 1:30 de la tarde del domingo se habían apuntado 108 familias. Según información recopilada en el Tercer Cantónviven aproximadamente 120 familias y que ese listado sería presentado en la municipalidad. Quienes estaban organizando registrando la información dijeron que eran voluntarios y no tenían ningún cargo en la comunidad.

La iglesia en acción

La parroquia Dulce Nombre de Jesús, de Santa María de Jesús, se organizó con la feligresía, desde el martes 8 de julio,para apoyar a las familias afectadas. Sin ver el credo de las personas afectadas priorizó la solidaridad coordinándose con las parroquias vecinas y organizaciones religiosas.

“Tenemos vehículos que están transportando la alimentación para el centro de acopio de la parroquia, ya en el transcurso de la tarde -del domingo 14 de julio- estos víveres serán embolsados y serán entregados a las familias a los sectores, no podemos decir sectores vulnerables, la verdad es que el municipio completo está en la misma situación, así como decir personas que tienen la posibilidad y personas de bajo recursos, lo que nos afecta en este momento es el hambre, por qué, porque estamos incomunicados”, dijo Felipe Xocop, representante de la parroquia en el centro de acopio en San Juan del Obispo, ubicado en la sede de Obras Sociales del Hermano Pedro.

Centro de acopio en la sede de Obras Sociales del Hermano Pedro. Foto: Simón Antonio Ramón.

Los vehículos que transportaban los alimentos utilizaron una vía alterna desde San Juan del Obispo, porque en la vía principal de esta aldea a Santa María de Jesús se contabilizaron por lo menos unos diez derrumbes.

Esta carretera no está asfaltada por lo que los vehículos que se utilizaron son de doble tracción o 4×4.

Gracias a la coordinación de la parroquia con San Juan del Obispo se instalaron dos centros de acopio: uno en el centro, en la sede de las Hermanas de Betania; y otro, en la sede de las Obras Sociales del Hermano Pedro que está ubicado en la subida a San María de Jesús, a 20 minutos a pie del centro de la comunidad.

“Nos hemos dividido en dos grupos, los que estamos acá estamos llevando los víveres en vehículos que nos están esperando a tres kilómetros, para transportarlos al centro acopio. Y por San Juan del Obispo, gracias a Dios tenemos cuatro vehículos que los están llevando por otro lado”, señaló Xocop.

El representante de la parroquia indicó que las ayudas están llegando por parte de diferentes parroquias y organizaciones como Cáritas, universidades y personas individuales.

La incomunicación del municipio es lo que generó la escasez de alimentos y los pobladores no pueden comercializar las verduras y frutas que siembran.

Conoce más:

https://prensacomunitaria.org/2025/07/centenares-de-sismos-vuelven-a-confrontar-guatemala-con-el-desafio-de-las-ayudas/

Con mecapal y caballo se transportaban las ayudas

Frente al centro de acopio en el centro de Obras Sociales del Hermano Pedro, llegaban vehículos con diferentes tipos de ayuda. Alrededor, personas y familias de Santa María de Jesús se aglutinaban para recibir los víveres que envolvían en una sábana, costales y que tienen que cargar con lazo y mecapal hasta el municipio, subiendo la carretera por una hora y media a pie.

Otras personas utilizaban caballos o motocicletas. Debido a los derrumbes, el transporte colectivo se quedó a medio camino.

Familias de Santa María de Jesús bajan a San Juan del obispo a recibir ayudas. Foto: Simón Antonio Ramón.

A lo largo del recorrido, se observan a trabajadores con motosierras cortando los árboles que cayeron y cortaron el paso sobre la carretera y maquinaria que retira la tierra de la vía. Uno de los derrumbes ocurrió cerca de las Obras Sociales del Hermando Pedro y el domingo por la tarde se había retirado más de la mitad de la tierra.

El Centro de Operaciones de Emergencias cambió de mando

La tarde del viernes, la municipalidad lanzó una convocatoria a las autoridades comunitarias y organizaciones locales paraparticipar en una reunión urgente a las nueve de las 21:00 horas en el edificio municipal para tratar “la emergencia sísmica que está atravesando la población de Santa María de Jesús”.

A esa misma hora, la Gobernación Departamental declaró a Santa María de Jesús bajo alerta roja. “Según el acta 02-2025de fecha 11 de julio, la Coordinación Municipal para la Reducción de Desastres (COMRED), declara Alerta Roja Institucional Municipal ante la emergencia por actividad sísmica”, dice una publicación oficial.

“A partir de ahora, la atención de la emergencia está a cargo de la Coordinadora Departamental para la Reducción de Desastres (CODRED) de Sacatepéquez”, informó la Gobernación.

A pesar de que en días anteriores la gobernadora departamental, Angelina Aspuac, estaba presente en el municipio, fue en ese momento que tomó el mando de la situación.

La publicación de la Gobernación Departamental era para hacer pública la decisión de que el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) lo lideraría Aspuac. “Ante la dimensión de las dificultades que tenemos acá en Santa María de Jesús, nos quedamos incomunicados, no había luz y agua, lo cual rebasó las capacidades de las autoridades municipales, por lo tanto, el día jueves a mediodía, en la tarde, se elevó al COE departamental es así que asumo como directora del COE como directora de emergencia”, se lee en la publicación.

Varias viviendas sufrieron daños considerables por los temblores y el temor persiste. Foto Simón Antonio Ramón

Aspuac dijo que comenzó a coordinar con las instituciones en el departamento la regulación de la movilidad de motociclistas en zonas de derrumbe con policías de tránsito de Santa María de Jesús y de Antigua Guatemala, para que la maquinaria pudiera limpiar la carretera principal. También se hizo cargo de la coordinación con la empresa eléctrica para garantizar el servicio de la luz con el apoyo del ejército.

Con la energía eléctrica se reestableció el servicio de agua potable, que había quedado suspendido desde el 8 de julio.

El alcalde Mario Pérez señaló que tras varios días de la emergencia se calmaron los ánimos con el restablecimiento de la energía eléctrica y otros servicios. “Sin energía no podíamos trabajar el agua potable, con la energía ya tenemos un 50 por ciento del agua, con el resto se está trabajando con el personal municipal que son los fontaneros y otros empleados que están colaborando”, dijo.

Sin embargo, hasta este 15 de julio varias vecinas se quejaban de la falta de agua en el cuarto cantón, según constató Prensa Comunitaria.

La mañana del domingo 13 de julio, la Gobernación Departamental emitió un comunicado de prensa en el que ordenó que solo a través de los Consejos Comunitarios de Desarrollo (COCODES) se entregarían los alimentos, y ese día comenzó la entrega de víveres que llegaban al centro de acopio de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) en la Antigua Guatemala y que serían trasladados por helicóptero hacia este municipio.

“Ya nos pusimos de acuerdo sobre cómo se va a distribuir -la ayuda-, hoy que vino la gente está contenta, vio que estamos registrando, era una ración de alimentos por familia que les va a alcanzar durante siete días y vieron que todo era más controlado, no había aglomeración, previamente nos organizamos para hacer las listas a través de los COCODES, gente que venía acá para exigirnos que les repartiéramos los alimentos, las dirigíamos con su COCODE”, añadió Aspuac.

Otro problema que se presentó fue que las tiendas se quedaron sin productos y algunos comercios elevaron los costos de artículos de primera necesidad, según denuncias de la población.

Al consultarle al alcalde sobre la cantidad de población afectada, expresó la dificultad de establecer un número, porque hay familias que se vieron afectadas por sus viviendas, otras se quedaron sin energía eléctrica, agua potable y otras más sufrieron escasez de alimentos, por lo que asume que la crisis se da a diferentes niveles de la población.

Violencia agravó la crisis

Desde el primer día el Ejército y la Policía Nacional Civil (PNC) llegaron a apoyar en temas de rescate humanitario y de seguridad. En una entrevista con César Mateo, vocero de la PNC, señaló que el personal se destacó en la búsqueda y rescate.

Sin embargo, el número de agentes policiales aumentó a partir del 11 de julio, después del linchamiento de cinco personas que supuestamente entraron a robar en viviendas que fueron abandonadas.

El coronel Miguel Ángel Bautista, quien dirige la operación militar en el municipio, indicó que el departamento de Sacatepéquez está bajo el mando de la Segunda Brigada de la Policía Militar y de la Primera Brigada de la Policía Militar de la Guardia de Honor.

Los militares prestaron servicios de seguridad en patrullajes a pie y motorizados en el centro de acopio en la Antigua Guatemala y en el estadio municipal del municipio, también en albergues y apoyaron en la carga y descarga de ayuda humanitaria.

Actividades en el centro de acopio municipal. Foto: Simón Antonio Ramón.

La CONRED informó este lunes que desde el 8 de julio, cuando ocurrió el primer temblor y sus réplicas posteriores, se han registrado 318 emergencias en los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla, Guatemala, Chimaltenango, Retalhuleu, Quiché y Baja Verapaz.

Según el informe de la CONRED hasta el momento hay 12 245 personas afectadas, 2 121 damnificadas, 4 679 evacuadas, 1 235 albergadas, dos desaparecidas y cinco fallecidas y dos más sin identificar.

Hay 49 viviendas en riesgo, 663 con daño leve, 988 con daño moderado y 470 con daño severo.

La Coordinadora informó que nueve centros de servicio de salud fueron afectados, un puente, 35 carreteras, el servicio de agua para saneamiento e higiene, 23 edificios públicos y 60 centros educativos. En el mismo reporte señaló que el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) ha registrado más de 1000 réplicas de los cuales 35 han sido sensibles.

El restablecimiento del servicio de agua, la habilitación de la carretera en sus dos entradas al municipio, por San Juan del Obispo y por Palín, Escuintla, facilitará que la población pueda retomar sus actividades detenidas desde el martes 8 de julio.

Mientras tanto, las familias afectadas esperan que las autoridades responsables de la emergencia organicen mejor la entrega de las ayudas que están llegando por la vía de comunidades y familias solidarias.