Petén: productores de cacao podrán iniciar su comercialización a un precio más justo

 

El cacao es un fruto que tiene un valor cultural y sagrado para el pueblo Q’eqchi’ que habita en San Luis, Petén, donde productores organizados en la cooperativa Aj Ralch’och’ ven los resultados de sus gestiones de años, entre ellos una secadora y una fermentadora, donadas por una oenegé local. Además, lograron construir un centro de acopio que les permite comercializarlo y la construcción de un salón de conferencias.

Por Darío Melgar Choc

Socios de la Cooperativa Aj Ralch’och’ obtuvieron resultados de su trabajo después de varios años de gestión, ya que recientemente obtuvieron una secadora y una fermentadora de cacao donada por la oenegé Asociación Balam que trabaja en Petén. Esto les permitirá conseguir mejores precios en la comercialización de este producto y apoyar el desarrollo de las familias.

La cooperativa Aj Ralch’ och’ (Hijo de la tierra), con sede en caserío El Aguapaque, San Luis, de la microrregión El Aguacate, inició su lucha en el año 2022 ante el Consejo Departamental de Desarrollo (CODEDE) de Petén y con la ayuda del representante del pueblo maya Q’eqchi’ lograron hacer incidencia. Un año después empezaron la construcción de un centro de acopio valorado en Q519 mil, donde la gente llega a comercializar el cacao.

Posteriormente siguieron con las gestiones y lograron la construcción de un salón de conferencias y una oficina, gestionada en el año 2024, que fueron inauguradas en marzo de este año. El costo de la obra fue de 519 mil quetzales.

Secadora y fermentadora obtenidas por la cooperativa Aj Ralch’ och’ de San Luis Petén tras años de gestiones. Foto Darío Melgar Choc

Alfredo Cucul Tox, presidente de la Cooperativa que actualmente cuenta con 20 personas socias, provenientes de 14 comunidades de la microrregión, dijo que la lucha se inició porque en el sector no contaban con un lugar para comercializar los productos agrícolas, especialmente el cacao y menos una organización que apoyara a los productores, ya que su objetivo es ayudar en el bienestar económico de las familias.

Además, empezaron a darse cuenta de que la tierra ya casi no producía como antes con el frijol y maíz por lo que se hizonecesario ver otras alternativas de sostenibilidad para las familias.

Cucul Tox cuenta que ahora que tienen una secadora necesitan asistencia técnica para el manejo, producción y comercialización del cacao, para apoyar el desarrollo sostenible de las comunidades. Además, visitarán a productores de cacao para concientizarlos sobre la importancia de la comercialización con la cooperativa y darles un precio justo.

Socios de la cooperativa reciben instrucciones sobre como utilizar la secadora. Foto Darío Melgar Choc

El espacio donde funciona la secadora, de 15 por 6 metros, se construyó junto al centro de acopio y hasta el momento esla única en el sector. Con su construcción se beneficiará a las microrregiones de La Balsa y Machaquilaito del mismo municipio.

Centro de acopio donde productores de cacao llegan a comercializar este fruto. Fue construido en 2023. Foto Darío Melgar Choc

Valor cultural y espiritual del cacao

Elvira Cucul Caal, del caserío Agua Negra, contó que su familia ha cultivado media manzana de cacao, que después de procesarlo, lo venden entre 20 o 25 quetzales por libra con los vecinos o en las comunidades cercanas. Con la secadora, dice Cucul, no tendrán que salir a otras comunidades a venderlo sino comercializarlo en el centro de acopio.

Cucul dijo que el cacao se consume en familia, fiestas, ceremonias, pedidas de mano, siembras, inauguración de una casa,velación de materiales ceremoniales. La productora les enseña a sus hijos el valor del kakaw en la vida del pueblo Q’eqchi’.

Mujeres productoras de cacao. Foto Darío Melgar Choc

Manuel Choc Coy, que es productor de la semilla, considera que el cacao sigue teniendo el valor sagrado que representaba para sus antepasados mayas, que lo usaron como moneda, como bebida ceremonial en las principales actividades comunitarias, que actualmente siguen replicando. “Nuestros abuelos lo usaron y porqué dejar de usarlo, más bien debemos de enseñar a nuestros hijos el valor que tiene”, comentó.

En su mensaje, llamó a los productores de la región a sembrar más plantas y de esa manera no perder el producto que continúa siendo sagrado. “Invitamos a nuestros hermanos a sembrar cacao, cambiar un poco el uso de la tierra, ya que en nuestras comunidades ya no hay tierra para sembrar maíz y frijol, además de eso ya no da como antes”, señaló.

Cacao en proceso de maduración. Foto Darío Melgar Choc

Además de recibir apoyo, como el que les brindó la Asociación Balam, también han hecho alianzas con otras organizaciones o entidades del Estado como el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA).

Según el MAGA, el cacao es una planta tropical que crece en climas cálidos y húmedos, con temperaturas entre los 20 y 30 grados centígrados. Prefiere la sombra parcial, especialmente en sus primeras etapas de crecimiento. Necesita alta humedad, alrededor del 70-100, y un suelo profundo, bien drenado y fértil.

Del proceso de sus granos se fabrica el chocolate. En la época prehispánica era utilizado como moneda y bebida ceremonial.

De acuerdo con la Comisión Nacional del Cacao, Petén es el tercer productor a nivel nacional, con 7.94 %, después de Alta Verapaz y Suchitepéquez.

Conoce más:

https://prensacomunitaria.org/2025/07/cooperativas-incentivan-produccion-del-cacao-como-alternativa-economica-en-ixcan/