Cinco historias de luto después de los sismos

 

Los sismos del 8 y 9 de julio dejaron siete personas fallecidas, nueve hospitalizadas y 564 familias afectadas. Las cinco historias pertenecen a personas que realizaban labores cotidianas y fueron sorprendidas por los sismos.

Por Prensa Comunitaria

El sismo de 5.6 grados en la escala de Richter registrado el 8 de julio ha dejado 26 carreteras afectadas a siete familias en luto, nueve personas hospitalizadas, y cerca de 2 mil afectadas en los departamentos de Guatemala, Escuintla, Sacatepéquez, Chimaltenango, Quetzaltenango y Quiché.

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) mantiene activa la alerta anaranjada mientras se mantenga la actividad sísmica que contabiliza más de 300 réplicas. Las personas que fallecieron a consecuencia del impacto del sismo son recordadas en redes sociales por la muerte imprevista.

Uno de los municipios más afectados fue el de Santa María de Jesús, ubicado en el departamento de Sacatepéquez, sensible a la mayor actividad sísmica que provocó derrumbes en las carreteras y aquí es donde comienzan las historias.

Catorce horas para recuperar sus cuerpos

Teodoro Chile Siney, de 53 años y su hijo Federich Dauver Chile Boror, de 20; originarios del Sector Los Yaz en el caserío Cruz Verde, del municipio de San Juan Sacatepéquez, Guatemala eran comerciantes de muebles.

Se desplazaban en la ruta que va del municipio de Palín, Escuintla, al de Santa María de Jesús, Sacatepéquez. A la hora del sismo una roca de 60 toneladas aproximadamente se desprendió y cayó sobre el picop donde viajaban, provocando que ambos fallecieran.

Según los socorristas, para remover la piedra que cubría el vehículo utilizaron equipo hidráulico y realizaron ocho explosiones controladas con pólvora comprimida, logrando fragmentar la roca y facilitando el retiro con maquinaria pesada, hasta recuperar los cuerpos de 14 horas después.

La comunidad de San Juan Sacatepéquez despidió a Teodoro y a Federich en su sepelio la tarde de este jueves. Teodoro tenía nueve hijos quienes también se dedicaban a la fabricación muebles, un oficio muy popular en el municipio.

Decenas de personas acompañaron los féretros y a los dolientes durante un recorrido hacia el cementerio. “El pueblo se volcó para acompañar a la familia Chile y acompañar a dos grandes amigos. Que Dios bendiga a todos los que hoy están acompañando”, dijo uno de los líderes comunitarios.

“Murieron trabajando, gracias por no haberlos dejado allá. Por apoyar a mi familia”, expresó Eduardo, uno de los hijos de Teodoro.

El agradecimiento de la familia fue por la difusión mediática que ayudó a que les entregaran los cuerpos. Surgió la denuncia contra agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) que habrían solicitado un pago para poderle entregar los cuerpos de Teodoro y Federich que iban en un autopatrulla policial.

Lealtad y amor

Los fuertes sismos y sus réplicas también afectaron a la aldea El Tablón en donde ocurrió un derrumbe en la zona 2 de Villa Nueva el 8 de julio, ahí quedó soterrada Regina López Velásquez, de 44 años, quien falleció en compañía de su perro cuando recogía leña.
La historia conmovió a la comunidad al recordar a Regina y a “Negrito”, que no se despegó de ella mientras quedaban bajo los volcanes de tierra movidos por el sismo.

La escena más conmovedora para los rescatistas fue encontrar el cuerpo de Regina y al lado a su mascota que no se despegó de ella en ningún momento.

Un niño que trabajaba

La emergencia provocada por la activación de la falla de Jalpatagua dejó más daños materiales que humanos. El tercer fallecido fue identificado como Carlos Alberto Cui García de 13 años. Después de varias horas de trabajo de los bomberos voluntarios su cuerpo fue rescatado de un lugar conocido como La Basurera.

Carlos fue reportado como desaparecido al quedar debajo de un talud de tierra en Santa María de Jesús, luego de los fuertes sismos del martes 8 de julio.

Su mamá, quien recibió el cuerpo, dijo que su hijo luego de salir de estudiar se fue a cultivar, razón por la que quedó soterrado después de un sismo.

Infarto y ansiedad

La última historia pertenece a Nolvin Ajca, 35 años, quien falleció por un infarto cardiorrespiratorio. Padecía de ansiedad y los sismos le provocaron la muerte. Originario de Momostenango y residente de la aldea Santa Inés, Antigua Guatemala, Sacatepéquez.

Nolvin era comerciante de ropa en el mercado de Antigua Guatemala y propietario de un equipo de futbol Los Briscos, por su habilidad en este deporte Nolvin jugaba en varios equipos, reportaron en las redes sociales. Los comerciantes del mercado hicieron varias publicaciones póstumas recordando que deja una viuda y a su pequeña hija.

La comunicación oficial da cuenta de dos personas fallecidas más, pero no las han identificado. Claudinne Ogaldes, la secretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), señaló que mientras el Cuerpo de Ingenieros del Ejército realizaba las labores para retirar los escombros en Santa María de Jesús, Sacatepéquez, fueron localizados los cuerpos.