El expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica falleció este lunes 13 de mayo a los 89 años. Exguerrillero, referente de las izquierdas latinoamericanas y símbolo de la política austera, deja un legado de lucha, coherencia y humildad que trasciende las fronteras de Uruguay.
Por Prensa Comunitaria
José “Pepe” Mujica, exguerrillero, presidente, agricultor y símbolo de las izquierdas latinoamericanas y referente de la política austera, falleció este lunes 13 de mayo a los 89 años, en su modesta chacra de Rincón del Cerro en Montevideo, Uruguay. La noticia sacude al continente, que despide a una de las figuras políticas más queridas, no por su poder, sino por la forma en que lo habitó: con humildad, coherencia y sentido de justicia.
“En lugar de globalizar la tristeza y la angustia, globalicemos la esperanza”, José “Pepe” Mujica falleció este martes, según confirmó el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi. pic.twitter.com/qvRfDCumLd
— Prensa Comunitaria Km169 (@PrensaComunitar) May 13, 2025
Mujica había sido diagnosticado con cáncer de esófago en 2024. En su última entrevista, concedida al semanario Búsqueda, se despidió de sus compañeros y sus compatriotas y, fiel a su estilo directo, sin dramatismos, sentenció: “El guerrero tiene el derecho a su descanso”.
#Uruguay 🇺🇾 El expresidente de Uruguay, José Mujica, dio su última entrevista para el medio Búsqueda en donde dijo que se despide de sus compañeros y compatriotas debido a su cáncer avanzado,
Pepe Mujica destacó por buscar la reducción de la pobreza en su país y estilo de vida… pic.twitter.com/mNiFUBP3zO
— Prensa Comunitaria Km169 (@PrensaComunitar) January 9, 2025
Nacido el 20 de mayo de 1935, Mujica atravesó todas las estaciones de la historia uruguaya del siglo XX y parte del XXI: participó en la lucha armada con el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, sufrió 13 años de cárcel y aislamiento durante la dictadura, vivió la transición democrática y ocupó cargos como diputado, senador, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, hasta llegar a la presidencia (2010-2015).
Gobernó con un estilo llano, alejado de los protocolos, y donaba gran parte de su salario como mandatario. Vivía en una modesta casa rural, acompañado por su compañera de vida y militancia, Lucía Topolansky, y por su célebre perra Manuela, con quien, según expresó como última voluntad, deseaba ser enterrado, bajo un árbol que él mismo había sembrado.
Durante su mandato, Uruguay se convirtió en pionero de reformas sociales como la legalización del matrimonio igualitario, el aborto y el consumo de marihuana. Pero más allá de las leyes, su legado se construyó en los gestos: en el viejo escarabajo Volkswagen que condujo hasta el final, en sus discursos sobre la sobriedad, la vida, la muerte y la política como entrega.
Las reacciones no tardaron. Presidentes y expresidentes, dirigentes sociales, escritores y ciudadanos comunes lo despidieron con mensajes de gratitud. “Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”, dijo Yamandú Orsi, actual presidente de Uruguay. Desde Bolivia, México, Colombia y Chile, las palabras se repitieron como un eco: “Gracias, Pepe”.
Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo.
— Yamandú Orsi (@OrsiYamandu) May 13, 2025
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, quien también posee nacionalidad uruguaya, despidió al exmandatario en redes sociales con un mensaje breve pero cargado de afecto: “Adiós, querido Pepe”. En sus palabras, destacó el ejemplo de humildad, grandeza y liderazgo que Mujica representó.
Adiós, querido Pepe.
Ejemplo de humildad y de grandeza. De liderazgo entendido como servicio siempre a quienes más lo necesitan.
Tu obra y tus palabras son legado, a la vez surco y esperanza.
Un abrazo fraterno y solidario a su familia, y al noble pueblo uruguayo.
— Bernardo Arévalo (@BArevalodeLeon) May 13, 2025
José Mujica ha partido. Pero como dijo en su despedida: “El guerrero tiene el derecho a su descanso”. Y el pueblo, el derecho a recordarlo.




