Con el lema “Hands off” (Manos fuera), millones de estadounidenses participaron en protestas convocadas por organizaciones de derechos civiles, sindicatos, migrantes y defensores de LGBTQ+ para manifestar su desacuerdo con las políticas implementadas por el presidente Donald Trump.
Por Prensa Comunitaria
La tarde del sábado 5 de abril congregó a millones de ciudadanos estadounidenses que salieron a las calles para mostrar su descontento con las políticas del presidente Donald Trump como los recortes a programas esenciales, el despido de miles de trabajadores federales, la eliminación de agencias enteras y la deportación de migrantes, así como la influencia de billonarios en su gobierno como Elon Musk.
Las movilizaciones se dieron en al menos 1300 puntos de los 50 estados y participaron trabajadores, activistas y ciudadanos con un mensaje claro: el cansancio que existe por las políticas que priorizan a los ricos a expensas de la democracia y los derechos humanos, según la página en FB “The other 98%”.
En ciudades como Nueva York, Chicago, Portland, San Francisco, San Diego, Utah, Idaho y Oakland se observó la concentración de miles de personas. En otras localidades si bien no hubo marchas multitudinarias, sí hubo reuniones de pequeños grupos que también se unieron al mismo reclamo y consignas de “Manos fuera de nuestros trabajos, nuestra democracia”.
De acuerdo con la página Alt National Park Service, que emergió en 2017, se estima que 5.2 millones de personas participaran en las manifestaciones, un 2 % de la población estadounidense y ya se están organizando movilizaciones similares.
La jornada del 5 de abril marcó la primera gran manifestación y acción colectiva desde que Trump asumió como presidente.
“Esto marca el día de acción colectiva más grande desde la toma de posesión de Trump, con gente común y corriente acudiendo en cantidades récord para defender su atención médica, salarios, educación, derechos civiles y democracia”, señaló el movimiento Hands Off en un comunicado de prensa.
Los organizadores y asistentes citaron las medidas que Trump ha tomado para destruir los derechos de los trabajadores, desmantelar la atención médica y aumentar constantemente los precios para los estadounidenses como los principales detonadores de las protestas.
“Mientras Trump y los republicanos del Congreso redoblan su agenda para destruir los servicios esenciales, los estadounidenses comunes y corrientes están enviando un mensaje claro: quiten las manos de nuestra atención médica, nuestra seguridad social, nuestros derechos civiles, nuestra libertad y nuestra educación”, señaló el movimiento.
La próxima masiva movilización será el 19 de abril y se espera que más estadounidenses se unan. La meta es que el 3.5 por ciento de la población estadounidense salga a las calles.
