Incendios y deforestación aumentan el riesgo de deslaves en áreas afectadas por lluvias

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Créditos: CONRED
Tiempo de lectura: 4 minutos

 

Las intensas lluvias pronosticadas este mes en Guatemala amenazan con causar desastres en diferentes sectores del país. Las autoridades advierten que la falta de masa forestal ha comprometido la capacidad de absorción del suelo, aumentando significativamente el riesgo de deslaves y desastres en zonas rurales.

Por Nathalie Quan

Desde el 6 de junio, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) informó a través de sus redes sociales sobre las condiciones climáticas en Guatemala, anunciando lluvias en varias regiones del país. Este anuncio llega en un año marcado por intensas olas de calor que han afectado gravemente al sector agrícola y han exacerbado los problemas de deforestación e incendios forestales.

Las altas temperaturas registradas en mayo de 2024 crearon las condiciones ideales para la formación de tormentas locales severas, caracterizadas por fuertes lluvias, vientos intensos y, en algunos casos, granizo. Según el meteorólogo César George, del INSIVUMEH, la canícula de julio podría ser menos prolongada de lo habitual, pero se recomienda tomar precauciones ante la posibilidad de inundaciones y otros eventos asociados a las lluvias intensas.

“Es importante recordar que el fenómeno de El Niño, que finalizó a principios de este año, puede generar irregularidades en el inicio de la época lluviosa. Se recomienda tomar precauciones ante la posibilidad de inundaciones y otros eventos asociados a las lluvias intensas”, dijo.

Foto de CONRED

Las lluvias que afectan el país, que van de moderadas a fuertes continuarán esta semana debido a los efectos de un sistema de baja presión sobre el Pacífico guatemalteco, informó el INSIVUMEH. Este lunes 17 de junio se esperan acumulados de lluvia muy altos en las regiones del sur al centro del país y no se descartan en el norte de occidente y Petén.

De acuerdo al pronóstico, los mayores efectos de las lluvias podrían afectar San Marcos, Quetzaltenango, Retalhuleu, Suchitepéquez, Escuintla, Santa Rosa, Jutiapa, Sololá, Chiquimula, Alta Verapaz, Baja Verapaz y Petén donde podrían presentarse crecidas de ríos, inundaciones, deslizamientos de tierra, movimientos de masa y lahares en la cadena volcánica.

Según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), la época de lluvias ha dejado al menos 1,395,357 personas afectadas y unos 1,528 damnificados hasta la mañana de este lunes. Cinco personas han fallecido en los departamentos de Suchitepéquez, San Marcos, Guatemala y Quiché.

Infografía de CONRED

En tanto, el Ministerio de Educación (Mineduc) suspendió las clases en 14 departamentos y activó la alerta amarilla en el resto del territorio.

Deforestación e incendios forestales: una bomba de tiempo

En lo que va del año 2024 se han registrado 2 mil 159 incendios forestales que han afectado 47 mil 653 hectáreas en Guatemala, de acuerdo a datos de la CONRED. Estos eventos, junto con la deforestación, están aumentando significativamente el riesgo de deslaves en las zonas rurales. La deforestación reduce la capacidad de la tierra para absorber agua, lo que provoca que el agua se acumule en la superficie y genere inundaciones y deslaves.

En 2023, el Instituto Nacional de Bosques (INAB) reportó una disminución en la tasa neta de deforestación a 13 mil 184 hectáreas por año, en contraste con las 17 mil 000 hectáreas por año registradas en 2022. Sin embargo, a pesar de estos pequeños avances, la deforestación y el incremento de incendios forestales este año han comprometido la capacidad de la tierra para absorber agua.

“Los bosques actúan como esponjas naturales, infiltran el agua hacia el subsuelo, almacenándola y liberándola gradualmente. La falta de cobertura vegetal impide esta absorción, causando que el agua se acumule en la superficie, lo que a su vez genera inundaciones y deslaves”, indica Javier Márquez, director de la Fundación Defensores de la Naturaleza.

Impacto en la población rural

La situación es especialmente preocupante en las zonas rurales, donde la infraestructura y las viviendas son más vulnerables a los desastres naturales. Los agricultores también se ven afectados por la falta de lluvias y la pérdida de cultivos, lo que agrava la situación de inseguridad alimentaria.

“Hay menos capacidad de infiltración de agua en los suelos, el efecto impermeabilizante de retención de agua ya no lo va a cumplir el suelo por los incendios y talas de árboles. La deforestación y los incendios aumentan la vulnerabilidad y reduce la capacidad de infiltración de agua en los suelos”, afirma Iván Aguilar, gerente humanitario de Oxfam en Centroamérica.

Foto de CONRED

El fenómeno de El Niño en 2023 y parte de 2024, junto con la falta de lluvias, facilitó condiciones para que los incendios no cesaran. Aguilar asegura que “la falta de políticas públicas eficientes y programas para la recuperación de la masa forestal, son las grandes carencias que tiene Guatemala”.

Se está tomando con poca seriedad este tipo de acciones, ya que la crisis climática nos afectará de manera más severa. Y si este tipo de acciones no se realizan, cada vez vamos a ver impactos mayores. No estamos compensando a nivel local lo que el clima global nos está trayendo en términos de cambios, agregó.

Llamado a la población

Ante el riesgo inminente de deslaves y desastres naturales, la CONRED recomienda a la población preparar la “Mochila de las 72 Horas”. Esta mochila debe contener elementos esenciales como agua potable, alimentos no perecederos, ropa de abrigo, botiquín de primeros auxilios, linterna, radio de baterías, documentos importantes y medicamentos necesarios. La preparación de esta mochila es vital para asegurar la supervivencia y el bienestar de las familias durante los primeros dos días de una emergencia.

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