Créditos: Archivo Prensa Comunitaria
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Hace un mes, el 18 de febrero, cientos de camiones recolectores de residuos sólidos paralizaron la capital en rechazo a la entrada en vigencia del Reglamento “para la gestión integral de los residuos y desechos sólidos comunes”, acuerdo gubernativo 164-2021. Días antes, el presidente Bernardo Arévalo afirmó que no cedería a presiones en contra de la normativa, pero con las reformas que propone la municipalidad de Guatemala tendrá que dar un paso atrás y aceptar modificaciones a la norma de cumplimiento nacional.

Por Claudia Méndez Villaseñor

Clasificar los residuos sólidos de hogares, comercios y empresas en tres categorías: Orgánico, No Orgánico y Reciclable era una de las principales acciones que promovía la normativa de alcance nacional. Pero después del caos provocado en la ciudad por la protesta de los dueños de los camiones amarillos, la ministra de Ambiente, Patricia Orantes, dio la espalda al reglamento. Un día después de que se instalara una improvisada mesa técnica, la funcionaria dijo que en la capital la basura se separaría solo en material orgánico y no orgánico, una declaración que confundió y relajó a quienes en nueve días intentaron cumplir con la norma. El reglamento quedó revuelto entre la basura.

En un concurrido centro comercial de la zona 11, una pareja joven, él tiene unos 20 años y ella alrededor de 18, se relaja en el food court, o plaza de comida, encuentran una mesa con butaca y comen sin hablar, pero sin dejar de prestar atención al celular. Eligieron un menú de comida rápida y la comen con lentitud.

Frente a los tres contenedores identificados con rótulos, de Orgánico, No Orgánico y Reciclable una madre de familia trata de explicar a sus pequeños hijos en qué lugar se deposita cada residuo: “Los huesos de pollo va en orgánicos, el cartón con grasa en no orgánico y las botellas plásticas y latas en el sitio que dice reciclable”.

Sin embargo, no ha terminado de completar la frase cuando la pareja de jóvenes se acerca a los basureros y sin intentar separar ninguno de los desechos lanza al primer recipiente, latas, botellas de plástico y los cartones en los que sirvieron su comida.

Otra persona se acerca a los tres depósitos y observa que la basura está revuelta. “Nadie lee las etiquetas”, dice. La situación escala cuando el personal de mantenimiento de ese centro comercial comienza a desocupar los basureros y coloca los contenidos en bolsas negras sin etiquetar.

Esta situación se observa en otros centros comerciales y al revisar el interior de los contenedores instalados en comercios, restaurantes y ventas de comida rápida se repite el mismo patrón, basura revuelta, pese a la etiqueta del recipiente.

También disminuyó la compra de los basureros (verde, blanco y negro), que se disparó con el anuncio de la vigencia del nuevo reglamento. “Se vendieron hasta terminar los que incluían las tres separaciones y luego los compran, pero son pocos”, menciona la encargada del área de hogar de una tienda por departamentos de la zona 4 capitalina.

Las otras tres reuniones

Tras el caos de tránsito que generó la protesta de los propietarios de camiones recolectores de basura, el pasado 18 de febrero en la municipalidad de Guatemala de manera improvisada se llevó a cabo la primera reunión de la mesa técnica. Estuvieron presentes los viceministros de Ambiente y Salud; un concejal del Partido Unionista (PU), una trabajadora de la Dirección de Obras; un empleado de la Unidad de Apoyo a las Alcaldías Auxiliares; un exalcalde auxiliar y el jefe de la Dirección de Gestión y Manejo de Desechos Residuos Sólidos. También participaron representantes de los recicladores de la zona 3 y de los transportistas.

A partir de esa fecha, la ministra Ambiente informó que en la capital la basura se separaría en dos categorías: Orgánico y No Orgánico, pese a que la mesa técnica recién se había instalado. Y agregó que las sesiones serían a puertas cerradas sin presencia de la prensa, y que las reformas serían “quirúrgicas”. Esas declaraciones generaron confusión tanto en los vecinos de la capital como del resto de municipios del área metropolitana y en varios departamentos. En Mixco, por ejemplo, las personas están convencidas que solo hay que separar la basura en desechos orgánicos y no orgánicos. Entregan las bolsas con los residuos revueltos. “Así dice la ministra”, mencionó una vecina de la zona 1 de ese municipio.

Según Edwin Castellanos, viceministro de Ambiente, quien participó en la reunión del 18 de febrero, las dos reuniones que se convocaron la primera semana de marzo (no especificó días) fueron internas para preparar una cuarta sesión con recolectores y recicladores. “No hay nada que publicar de las reuniones con los transportistas y clasificadores, preferimos comunicar hasta que haya acuerdos”, indicó.

Castellanos dice que el objetivo de discutir con los dueños de camiones recolectores es discutir los programas de apoyo que les puede ofrecer la alcaldía capitalina durante el proceso de transición. “Durante esta etapa se buscará que se regrese a la separación primaria que es en residuos orgánicos y no orgánicos. Esto requiere una modificación al reglamento, pero eso es un proceso interno del Gobierno Central”, añadió.

En el último mes se convocaron dos reuniones secretas y a puerta cerrada. El ministerio de Ambiente no dio fechas ni hora. Mañana se llevará a cabo la última sesión de trabajo y se definirán las modificaciones temporales al acuerdo 164-2021 y las que benefician a recicladores y transportistas de la ciudad y los municipios que disponen la basura en el vertedero de la zona 3, dijo el viceministro de Ambiente.

Las reformas al reglamento requieren la redacción de otro acuerdo gubernativo firmado por el presidente Arévalo. En el resto de municipios del país se espera que los vecinos separen la basura en materiales orgánicos, no orgánicos y reciclables, como establece la normativa vigente. Castellanos señala que desconoce quiénes participarán en la reunión de mañana, “ya que no le da seguimiento directo” al tema.

Para hoy se tenía prevista la tercera reunión de la mesa técnica en la que se definirían las modificaciones al acuerdo gubernativo 164-2021, para que las reformas temporales que benefician solo a transportistas y clasificadores que utilizan el vertedero de la zona 3 para disponer basura y recolectar material reciclable. No obstante, por la mañana se canceló debido a los cierres en distintas partes de la capital en rechazo al contrato obligatorio de una póliza de seguro de responsabilidad civil contra terceros y ocupantes del transporte de carga.

Castellanos indicó que al reformar el reglamento el presidente Arévalo tendría que firmar el acuerdo gubernativo correspondiente para su cumplimiento.

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